martes, 22 de noviembre de 2011

¿Por donde va el consenso de Washington? una mirada historica


Por dónde va el Consenso de Washington
Una mirada histórica


William Alirio Martínez
02/11/2011




Tabla de contenido

Introducción

Esta nota pretende dar una visión global sobre la historia del Consenso de Washington, el contexto en el que nace, el núcleo de sus argumentos y las políticas que propuso, algunos datos sobre la aplicación en los países de América Latina, sus efectos, la criticas y reflexiones así como los escenarios futuros.

Esta divido en cinco partes. La primera expone el contexto histórico y económico antes del Consenso de Washington. Segundo, se expone que es el Consenso de Washington, cuales es su formulación teórica, su aplicación, efectos en los países de AL, reformulación y críticas. Tercero, las Iniciativas post-consenso de Washington, cuarto la crisis económica mundial y el  Epilogo: la paradoja del consenso de Washington.

En la redacción de esta nota, Europa vive momento históricos, los déficit creados o exacerbadas a la luz de la crisis económica 2008-2011, ha hecho tambalear  países, debido a su alto endeudamiento y la sobre exposición al riesgo de sus pequeñas economías.

Prólogo: Una gota de Historia.

En julio de 1944, el Hotel Mount Washington en Bretton Woods New Hampshire, Estados Unidos entraría a la historia. Ahí se crearía el sistema “Bretton Woods BW”, los principales organismos internacionales en materia de desarrollo, nace el Fondo Monetario Internacional FMI, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento BIRF, ahora Banco Mundial BM[1].
Uno de los acuerdos de BW dio estabilidad a las transacciones comerciales mediante la adopción de un patrón oro-divisas, en el que EE.UU. debía mantener el precio del oro en 35,00 dólares por onza y se le concedió la facultad de cambiar dólares por oro a ese precio sin restricciones ni limitaciones. A partir de BW, cuando los países tienen déficits en su balanza de pagos, debían financiarlos a través de las reservas internacionales o mediante el otorgamiento de préstamos que concedía el FMI. Para tener acceso a esos préstamos los países deben acordar sus políticas económicas con el FMI[2] Hobsbawm (2005).
Este sistema dio lugar a una estabilidad relativa y duradera, desde 1944 hasta 1971. La mayoría de las economías del mundo se desarrollaron, por lo que esa etapa se conoce en la historia como la "Edad de oro".[3] El mundo experimento un crecimiento económico acelerado que devino en desarrollo y que permitió reconstruir Europa y Japón, sin embargo el caso de el resto de Asia y América Latina y África tomaría un camino diferente.

Caminos de Desarrollo de América Latina

Según Cypher y Dietz (2009), el camino de desarrollo de América Latina fue implementar un proceso de industrialización por etapas, inicialmente mediante la industrialización por sustitución de importación (ISI)[4].
Dicha estrategia consistía en el establecimiento de empresas industriales de capital local, en países no desarrollados, con el objetivo de producir para consumo interno y así remplazar algunos de los productos importados habitualmente.  Estas empresas requerían de la protección estatal por ser industrias nacientes, de poca experiencia, con baja competitividad frente a productos extranjeros. Se dio la Protección comercial arancelaria, se crearon subsidios estatal a la industria local, se permitió una moneda depreciada, prestamos dirigidos a bajos intereses, asignación directa de créditos vía bancos  públicos de inversión, apoyo en I + D, se apoyo con las compras públicas de bienes (por parte del Estado), se dieron incentivos fiscales a la formación e inversión y se crearon empresas para- estatales[5].

Quiebre del sistema de Bretton Woods

El sistema de BW funcionó bien en los años 40 y 50, pero sufrió presiones en los 60. A mediados de la década del los sesenta, en Inglaterra aparecía el fenómeno de la estanflación[6], los británicos devaluaron en 1949 y 1967. Alemania revaluó a fines de los años 60.

Ante las presiones económicas internas y externas EE.UU. abandonó el patrón oro en diciembre de 1971 y devaluó el dólar, bajo el Acuerdo Smithsoniano. Para febrero de 1973, con Nixon nuevamente en el poder, el resto de los acuerdos de Bretton Woods fueron anulados y el mundo adoptó un régimen de monedas flotantes[7].

Shock petrolero y aumento de gasto corriente presionando las finanzas públicas.

A raíz de la guerra del Yom Kippur en el Medio Oriente se desató una ola alcista de los precios del petróleo, de enero de 1973 a enero de 1974, de un año a otro, pasaron de US $1.62 a US $11.58, para un incremento del 475%. Superada la crisis los precios nunca retornaron a los niveles anteriores a la crisis. Se iniciaba la era de los shocks petroleros Acosta (2008)

El súbito aumento de precio impacto a los países dependientes del petróleo, aumento las importaciones y presiono hacia un déficit por cuenta corriente, una de las salidas fue el financiamiento exterior para equilibrar la Balanza de Pagos, conllevo también una pérdida de reservas y un endeudamiento exterior. Bustelo (2003)[8].

Este flujo de liquidez de los países de la OPEP que llegada a la banca internación que financió a los países en desarrollo dependientes energéticamente. Se generó una doble dinámica petrodólares y préstamos masivos en forma de deuda. A este proceso se le conoce como reciclaje de los petrodólares, es decir una circulación de ingresos del petróleo.[9].

Se produjo un segundo shock de los precios del petróleo, con la caída del Shah Mohammed Reza Pahlavi de Irán. Los precios, entre enero de 1979 y enero de 1980 pasaron de US $2.50 a US $38, más de 15 veces. Es decir, que entre 1973 y 1980, en sólo siete años, el precio del crudo se elevó en 1.725%. Acosta (2008).

Sobre endeudamiento y crisis de solvencia

En agosto de 1982, México declara la moratoria en el pago de la deuda y se da un contagio a otros países latinoamericanos, en una acción concertada el FMI y Tesoro EE.UU. forzaron México a tomar un préstamo involuntario para evitar la eliminación total de acceso a financiación de los países, -con el objetivo de evitar una crisis de mayor envergadura-, se crearon paquetes de rescate junto a una reestructuración de la deuda acumulada.

Hay que señalar también que muchos préstamos no cumplieron su propósito final, ya sea por una deficiente gestión, la  corrupción, inversiones fallidas, etc. Se crearon soluciones transitorias como la recalendarización’ de los pagos y se mantuvo el valor de la deuda. A mediados de los 80, el problema no se había solucionado, mas aun se había agravado.[10]

Así nació en varios países de América Latina una crisis estructural de sobre endeudamiento, insolvencia, inestabilidad en las finanzas públicas, insostenibilidad del esquemas incentivas a la inversión y al modelo ISI, monetización de los déficit, incremento de nivel de precio, altas tasas de inflación y creciente desempleo.

¿Una Contrarrevolución Neoliberal?

A nivel político, se da un descontento de los electores con los gobiernos en el poder de las grandes naciones industrializadas, provocando un relevo de poder hacia partidos conservadores (Thatcher en Reino Unido, Reagan en Estados Unidos, Kohl en Alemania).

Ganan terreno una visión extrema de liberalismo, el pensamiento de la sociedad de mont´pelerin. La influencia de sus ideas crece en el campo económico con Milton Friedman y la escuela de chicago entre otros. Se da un creciente conservadurismo en los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial) como consecuencia de los gobiernos conservadores en los países desarrollados (Consenso de Washington)

Casilda, cita de iglesias (1992[11]), este dato: “En 1982 los préstamos de los bancos norteamericanos a los países latinoamericanos equivalían al 124% de su capital, proporción que llega al 200% en el caso de las nueve instituciones más grandes de este país, lo que da una idea acerca de la vulnerabilidad del sistema financiero internacional en esa época y del riesgo  asumido por EE.UU. en Latinoamérica.”

¿Qué es el Consenso de Washington?

Retomando a Williamson (1989), en principio fue un llamado a los deudores para cumplir el pago de la deuda, y para estar en condiciones de hacerlo debe "establecer orden en su casa", "establecer reformas políticas" y "someterse a fuertes condicionalidad"[12].

Williamson (1989) creía que existía un cierto consenso alrededor de objetivos estándar como crecimiento económico, baja inflación, balanza de pagos viable y una distribución equitativa del ingreso, y en el contexto de acreedores, formuló un grupo de 10 políticas generalmente aceptadas por Washington[13] para darle una solución permanente al problema del pago de la deuda por parte de los países de América Latina.

1.       Disciplina presupuestaria: La disciplina presupuestaria es un elemento esencial en los programas negociados por el FMI con los países miembros que desean obtener sus préstamos.  En Washington la mayoría de los miembros coincidió con que los grandes y persistentes déficit fiscales constituían una fuente básica de trastornos macroeconómicos en forma de inflación, desequilibrios en la balanza de pagos y evasión de capitales.

2.       Cambios en las prioridades del gasto público: Para reducir el déficit presupuestario, Washington optó por reducir los gastos, más que por aumentar la recaudación tributaria. Se contemplaban tres categorías principales de gastos: las subvenciones, la educación y la sanidad.

3.       La reforma fiscal: La mayor recaudación fue considerada por Washington como una alternativa inferior para remediar al déficit presupuestario en comparación con la reducción del gasto público. Sin embargo, coincidían que el método más adecuado para incrementar la recaudación tributaria hasta un nivel mínimo, consistía en tratar de instaurar una base imponible íntegra y amplia, a la vez que se mantenían unos tipos impositivos marginales moderados.

4.       Los tipos de interés: Debían seguir dos principios fundamentales. En primer lugar, tendrían que ser determinados por el mercado para evitar así una asignación inadecuada de los recursos. En segundo lugar, deberían ser positivos en términos reales para desincentivar las evasiones de capital e incrementar el ahorro.

5.       El tipo de cambio: En Washington se propuso que los tipos de cambio fueran determinados por las fuerzas del mercado. Sin embargo, la opinión dominante era que más que debatir sobre la forma de determinar el tipo de cambio, resultaba más importante tratar de que éste fuera competitivo.

6.       Liberalización comercial: El acceso a las importaciones de factores de producción intermedios a precios competitivos se consideraba importante para la promoción de las exportaciones.

7.       Política de apertura para la inversión extranjera directa: Se pensaba que dicha inversión podía aportar capital, tecnología y experiencia mediante la producción de bienes necesarios en el mercado nacional  o contribuyendo a nuevas exportaciones.

8.       Política de privatizaciones : Las privatizaciones pueden ayudar a la reducción de la presión en el presupuesto del gobierno, tanto a corto plazo gracias a los ingresos derivados de la venta de la empresa, como a largo plazo, puesto que el gobierno ya no tiene que financiar la inversión necesaria. Por otra parte, el fundamento de la idea de privatización se basa en que la industria privada está gestionada más eficientemente que las empresas estatales.

9.       Política desreguladora: La desregulación también se consideró como un modo de fomentar la competencia en América Latina, donde se hallaban las economías de mercado más reguladas del mundo, que estaban principalmente gestionadas por administradores mal pagados y fácilmente corruptibles.

10.   Derechos de propiedad: A finales de la década de los 80, en América Latina los derechos de propiedad eran muy inseguros, por ello, Washington optó por implantar unos derechos firmemente establecidos y garantizados.

Como se institucionalizó en el FMI y BM

Originalmente, es grupo de políticas económicas estaba pensado para los países de América Latina, sin embargo al institucionalizarse en los organismos internacionales, fueron aplicados a muchos países.

El FMI y el BM se volvieron intermediarios para negociar la deuda externa de los países con los bancos internacionales,  implementando los llamados The Structural Adjustment Programs (SAPs)o Structural Adjustment Loans, estos se convirtieron en programas y prestamos condicionados a la agenda del consenso de Washington. Fueron “préstamos blandos, con ajustes fuertes” y  buscaron facilitar los procesos de apertura de las economías con limitada intervención del Estado con los años se aplicaron a muchos países del mundo.

Como se aplico en América Latina.

Las políticas del CW de forma directa eran incompatibles con el modelo ISI o ISE, en cualquiera de sus modalidades, iniciaba el desmontaje del capital social acumulado, se aplica la privatización de bienes, activos y empresas públicas, estratégicas o de servicios básicos, se promueve la desregulación del mercado interno, en algunos casos se privatizaron los sistemas financieros nacionales y la apertura comercial mediante el desmontaje unilateral de el esquema de aranceles.

En México, se introduce en el sexenio de José de la Madrid (1982-1988), continuado por Carlos Salinas de Gortari(1988-1994), por Ernesto Zedillo (1994-1998) debemos incluir la firma del NAFTA. En Brasil inicio con Fernando A. Collor de Mello (1990-1992), Itamar Franco (1992-1994), en ese periodo nacería  el plan Real y con Fernando Henrique Cardoso (1995-2003). En Argentina, se aplico con la llegada de Carlos Saúl Menem asume la presidencia en Julio de 1989., reelecto en 1995-1999. Se debe incluir el Plan de Convertibilidad y el default en 2001.

Según Moncayo (2003), Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela aplicaron 8 de los 10 políticas, la disciplina fiscal fue aplicada solo por Perú y los derechos de propiedad Bolivia y Colombia.
En el caso de El Salvador inicio en 1989, con la apertura unilateral de las aduanas, desgravación arancelaria, apertura del régimen cambiario de fijo a flotación sucia, Privatización de empresas estatales, reforma del banco central, (1991) privatización del sector financiero, venta de propiedades y activos del Estado, reforma del aparato de gobierno, reforma fiscal e introducción de impuestos al valor agregado,  (1996-1998) privatización de la distribución de energía eléctrica, telecomunicaciones y reforma del sistemas de pensiones, (2001)  dolarización de la economía, eliminando de la política monetaria del país (SAPRIN 2002).

Casilda (2005), resumen la aplicación del CW en aspectos, positivo y negativos:
·         Reducción de la inflación a solo un dígito prácticamente en todos los países. La disciplina fiscal disminuyó el promedio del déficit presupuestario del 5% del PIB al 2% aproximadamente y redujo la deuda externa pública del 50% a menos del 20% del PIB.
·         La apertura comercial hizo descender el promedio de aranceles desde más del 40% a casi el 10%. Las restricciones no arancelarias afectan a solo un 6% de las mismas, en comparación con el 38% a mediados de los 80. Asimismo, el régimen de tipos de cambio múltiples, los depósitos previos para importación y diversas restricciones cuantitativas a las importaciones fueron desmanteladas en su gran mayoría.
·         Liberalización financiera agresiva. Se descartó el control directo de créditos, se desregularon las tasas de interés, se iniciaron regímenes de inversión extranjera directa y se suprimieron los controles de cambios y de cuentas de capital. Bancos, empresas eléctricas, de petróleo, de telecomunicaciones y las redes viales, así como los servicios de agua y gas, se vendieron al sector privado. En la región, entre los años 1986 y 1999 se sucedieron 396 ventas al sector privado, representando más de la mitad del valor de todas las privatizaciones que se realizaron en los países en vías de desarrollo en el mundo
·         Poco crecimiento económico, baja reducción de la pobreza, mala redistribución del ingreso y empeoramiento de las condiciones sociales. De hecho, la llamada década perdida de los años 80 del siglo veinte registro un crecimiento del PIB sobre el 1%, algo inferior al obtenido en los años 90, que lograron un incremento del 1,5%17, lejos de las tasas de los años 70, cuando el crecimiento anual promedio se había situado en el 5,6%.
·         Las economías de la región durante la década de los 90 del siglo anterior contaban con un promedio de ingresos per cápita de 3.500 dólares a precios de paridad de 1987, equivalentes aproximadamente a unos 3.100 corrientes de 1999. Esta cifra no llega a representar el 30% del ingreso de los ingresos por habitante de los países desarrollados y es inferior a los alcanzados por los del Sudeste Asiático, Oriente Medio y Europa del Este.[14].

Los efectos del  CW en resumen

No existió mayor crecimiento económico. Esté fue menor que el del conjunto de los países en desarrollo y también más volátil.  Redujo la Inflación. Fin de la hiperinflación en buena parte de los países latinoamericanos. (Argentina: de 3.000% en 1989 a 1% una década más tarde; México: 132% en 1987 a 7% en 1994).Bustelo (2003).

Balanza de pagos inviable: sucedieron varias crisis financieras en la segunda mitad de los noventa. No mejoro la distribución equitativa de la renta. Persiste la desigualdad en la distribución de la renta como uno de los problemas característicos de la región. Bustelo (2003)

Ocampo (2005)[15] señala entre los aspectos positivos sobresalen, sin duda, los avances en el control de la inflación. Además, en promedio, y en contra de percepciones muy difundidas, los déficit fiscales se redujeron desde la segunda mitad de la década de 1980 y se mantuvieron en niveles moderados desde entonces en la mayoría de los países.

El éxito alcanzado en términos de mayor participación en los mercados mundiales y atracción de inversión extranjera directa[16] no se reflejó, en un crecimiento rápido del producto interno bruto (PIB) o de la productividad.  De hecho, la tasa de crecimiento promedio en 1990-2003, de 2,6% por año, es inferior a la mitad de aquella obtenida en el período de industrialización dirigida por el Estado: 5,5% por año entre 1950 y 1980. Incluso durante los años en los cuales el nuevo modelo funcionó mejor, entre 1990 y 1997, el ritmo de crecimiento, de 3,7% por año, fue significativamente inferior al alcanzado entre 1950 y 1980[17].

Las críticas iniciales estaban basadas en la formulación de políticas de forma unilateral, homogenización de realidades económicas diversas, condicionalidad de la ayuda frente a la crisis de insolvencia, contradictorias entre políticas, omisión de temas como la equidad y redistribución de la renta, sobre la estabilidad de precios, medio ambiente y papel del Estado como promotor de competencia.

Los adendum al CW

Se agregaron posteriormente otro temas como: la gobernanzas corporativa; la anti-corrupción; mercados laborales flexibles; adhesión a las reglas de la OMC; adhesión a los códigos estándar financieros internacionales; apertura “prudente” de la cuenta de capital; regímenes de cambios no intermedios; bancos centrales independientes y “targeting” de inflación; red de seguridad social; reducción de la pobreza. Rodrik (2006).

Críticas de fondo.

El CW de forma implícita cree que el desarrollo depende únicamente del crecimiento económico (visión mono económica), cree que el subdesarrollo se debe al papel de Estado en el mercado interior, es causa de su intervención estatal, la solución es quitar intervención del Estado en la Economía. Debe eliminarse el proteccionismo comercial, mediante la apertura comercial y quitar el énfasis de la agricultura y llevarlo hacia la industrialización.

Rodrik (2006), plantea que el CW, raramente ha conducido a un mayor crecimiento, quienes lo implementaron no consiguieron un crecimiento económico exitoso, sino un retroceso. Dado el fallo empírico, algunos economistas proponen ampliar el CW, en su lógica, no ha funcionado porque estaba incompleto, pero el problema del CW no es su especificidad sino su exceso, dado que no toma en cuenta que algunas de estas medidas en ciertos países, contextos y momentos no son adecuadas.

Según Ocampo (2005): En principio, no se tomó en cuenta el papel de las instituciones en el desarrollo económico y se tendió a minimizar el de la política social. Señala que las reformas de mercado han producido algunos de los problemas que urge resolver, en particular el pobre desempeño económico y el deterioro distributivo que se advierte en América Latina y otras regiones del mundo. Sugiere no centrar la atención en “nuevas generaciones” de reformas, sino comprender en su lugar  la dinámica que impulsa el crecimiento con equidad en contextos institucionales específicos.

Bustelo (2003) plantea los problemas teóricos del CW: un individualismo metodológico, concepción del mercado como una categoría abstracta y universal, asunción de que las imperfecciones del Estado son siempre superiores a las del mercado, análisis exclusivamente económico,  pretendida generalidad para todos los países en desarrollo.

Las crisis en la periferia del g-7

1994-1995: crisis de México y ‘efecto Tequila’: Aumento de los tipos de interés en EEUU, crisis de deuda, ataque especulativo, fuga de capitales, caída del índice bursátil, perdidas y agotamiento de las reservas internacionales fin del tipo de cambio fijo. Produce un efecto de cascada, en el conjunto de América Latina. 

Y entra el FMI al rescate además de rescate de EEUU a México, se otorgan préstamos de emergencia pero sin reestructuración de la deuda privada –deuda a corto plazo–.

 1997-1998: crisis asiáticas: Contagio desde Tailandia en julio de 1997: ataques contra Filipinas, Malasia, Indonesia y Singapur –con este último, los ataques empiezan a dirigirse hacia economías más desarrolladas, los 4 dragones– En septiembre de 1997: ataques contra Taiwán, Hong Kong y Corea del Sur –los 3 dragones – abandono del régimen cambiario, desplome de la moneda, pérdida de reservas, caída del índice bursátil, planes de rescate para Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Corea del Sur. De nuevo rescate del FMI en la región mediante SFR: Supplementary Reserve Facility, con mayor capacidad que la financiación con cargo a cuotas. Polémica condicionalidad de la ayuda.

1998-1999: crisis del real brasileño: contagio hacia América Latina: aumento de spreads gubernamentales que derivo al año 1999en default.  Entre 1998-1999 se da la crisis del rublo ruso: problemas económicos internos mas caída de los precios del petróleo provocan que en agosto de 1998, Rusia entre en default y realice una devaluación.

2001-2002: crisis en Argentina: quiebre de la caja de convertibilidad, creación del corralito y default. Sucesión de contagios en economías emergentes y países en desarrollo: 2000: crisis en Turquía, 2002: ataque al real brasileño,  2002: colapso uruguayo

Nuevas iniciativas Post-consenso Washington

Algunos conceptos como crecimiento, equidad, sostenibilidad, multilateralismo y libertad son las bases del paradigma "post Consenso de Washington" que comienza a emerger.

La cumbre de Naciones Unidas sobre financiación del desarrollo: el Consenso de Monterrey

Se desarrollo en México, Monterrey en marzo 2002 una  Cumbre de Naciones Unidas sobre financiación del desarrollo[18]. Según Casilda (2005). De la Cumbre de Monterrey, destacan tres hechos: el primero es la amplia participación de sectores diversos de la sociedad civil, el sector privado y los parlamentarios (aunque de una manera más restringida); el segundo, el espíritu de búsqueda de acuerdos, que se refleja en el título mismo de la declaración. Por último, Monterrey marca, en un sentido muy particular, el retorno de los temas económicos al seno de las Naciones Unidas, especialmente de los relativos al desarrollo económico.

La Agenda del Desarrollo de Barcelona

El 25 y 26 de septiembre de 2004, se dio el Encuentro “Del Consenso de Washington a una nueva gobernanza global”[19] y nació la Agenda del Desarrollo de Barcelona (ADB).
La ADB pretende trasladar un mensaje sin condicionantes generalizados de la realidad, discutiendo los efectos producidos por las reformas económicas del Consenso de Washington, para que sirvan como lecciones para la toma de decisiones económicas que emergen de esta experiencia[20]. También la ADB reconoce la función de las “instituciones” en el funcionamiento de una economía.

La crisis en el centro del sistema 2008- 2011

En septiembre del 2008, New York era testigo como el sistema financiero internacional iniciaba una crisis financiera que se traduciría en una crisis económica profunda, comparable a la gran depresión del 1929, y rebasada según opinión del FMI.

Con el estallido de una burbuja especulativa basada en productos financieros complejos que financiaron con Bonos Subprime la compra de casas vías Hipotecas con intereses variables y aseguradas con “Credits Default Swap”, que obtuvieron “buena nota” por calificadores de riesgos, avaladas por la SEC, toleradas por el Tesoro de los EE.UU., ante la indiferencia de la Reserva federal.

Provoco la quiebra de bancos y financieras, detuvo el crédito, paralizo la economía, provoco el aumento del desempleo y la reducción del consumo y la inversión, y la empujo a una recesión, que pronto fue mundial dado que afecto otros centros financieros como Londres, Frankfurt y Suiza que se tradujeron en iguales consecuencias.

Reflexiones  sobre el consenso de Washington

Ocampo (2005): La formulación inicial del “Consenso de Washington” incluía solamente un énfasis limitado en la política social y no centraba su atención sobre la distribución de la riqueza y el ingreso, o sobre los efectos distributivos de las reformas de mercado.

Néstor Kirchner(2004) “Las consecuencias nefastas que las políticas de ajuste estructural y del endeudamiento externo tuvieron para el pleno ejercicio de los derechos humanos, en especial los derechos económicos, sociales y culturales, se viven y recorren trágicamente el mapa de la inestabilidad latinoamericana.” “Son los hechos los que indican que el mercado por sí solo no reduce los niveles de pobreza y son los hechos también los que prueban que un punto de crecimiento en un país, con fuerte inequidad, reduce la pobreza en menor magnitud que en otro con una distribución del ingreso más igualitaria.”

Sarkozy (2008): “En el fondo, con el final del capitalismo financiero –que había impuesto su lógica a toda la economía y que había fomentado su perversión– muere una determinada idea de la mundialización. La idea de la omnipotencia del mercado que no debía ser alterado por ninguna regla, por ninguna intervención pública; esa idea de la omnipotencia del mercado era descabellada. La idea de que los mercados siempre tienen razón es descabellada.”

UNCTAD (2009): El laissez-faire de los últimos 20 años, inspirado por un fundamentalismo de mercado, ha fracasado estrepitosamente. “Sin embargo, para salir de la presente  crisis y evitar que se reproduzca es necesario ir más allá de la regulación bancaria y financiera y abordar la cuestión fundamental de cómo reactivar y extender el multilateralismo en un mundo en proceso de globalización.”

DSK-FMI (2011): “Como todos ustedes saben, la crisis financiera mundial devastó la economía mundial y causó incalculable penuria y sufrimiento en todo el mundo. Pero eso no fue todo: también devastó los cimientos intelectuales del orden económico mundial del último cuarto de siglo.” “Todo esto se derrumbó con la crisis. El consenso de Washington pertenece al pasado.
“Tenemos por delante la tarea de reconstruir los cimientos de la estabilidad…. Esta labor tiene tres esferas centrales: un nuevo enfoque de política económica, un nuevo enfoque de cohesión social y un nuevo enfoque de cooperación y multilateralismo.”

Blanchard (2010):[21]  “Pero la crisis puso en claro que los diseñadores de políticas deben tener en mira muchos objetivos, entre ellos la composición del producto, el comportamiento de los precios de los activos y el apalancamiento de los diferentes agentes. También puso en claro que tienen a su disposición muchos más instrumentos de los que usaron antes de la crisis. El reto es aprender a usarlos de la mejor manera. La combinación de la política monetaria tradicional y los instrumentos de regulación, y el diseño de mejores estabilizadores automáticos para la política fiscal, son dos vías promisorias que requieren más exploración.”

Epilogo: La paradoja de la crisis del euro

La crisis del 2007-2009 liquido el peso intelectual del Consenso de Washington en el mundo, sin embargo la crisis del 2011 en la zona euro encierra una paradoja. Entre otras naciones Grecia vive un ajuste estructural severo, y en cierto sentido el espíritu del “Consenso de Washington”.

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·         Z http://www.un.org/en/
·         Z http://www.worldbank.org/
·         Z http://www.wto.org/index.htm


[1] También se crean otros organismos multilaterales como el GATT “General Agreement on Tariffs and Trade” (1948) ante una fallida la creación de una Organización Internacional del Comercio que en 1995 permite crear la Organización Mundial de Comercio OMC “World Trade Organization” (WTO) y se funda la ONU (Organización de Naciones Unidas) (1945) con una trascendencia mayor a la económica, se crea la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (1945) y la Comisión Económica para América Latina –CEPAL– (1948).
[2] Se estableció que los préstamos que cada país solicitaba al FMI sólo podían ser destinados a cubrir los déficits temporales de balanza de pagos, y se le daba a cada país deudor un plazo de pago de tres a cinco años (préstamos de mediano plazo). De ser necesaria cualquier asistencia a largo plazo, la misma debía ser solicitada al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la Asociación Internacional de Fomento o la Corporación Financiera Internacional.
[3] Eichengreen, B. La globalización del capital. Historia del sistema monetario internacional. Ed. Antonio Bosch, Barcelona, 2000.
[4] Luego surgieron variantes y complementos de dicha estrategia, se distinguen la Industrialización por Sustitución de Exportaciones (ISE) o Industrialización Orientada a la Exportación (IOE). Una de las modalidades de ISI era la ISI primaria, centrada en la producción de bienes de consumo no duradero y tecnología sencilla para el mercado local –ropa, refrescos, muebles, calzado, materiales de construcción, etc. Industrialización por Sustitución de Exportaciones ISE o IOE Industrialización Orientada a la Exportación IOE establecimiento de incentivos y apoyos a las empresas industriales de capital local, en países no desarrollados, con el objetivo de producir para consumo externo. ISE o IOE secundaria, ISE ampliada a la producción y exportación de bienes de consumo duradero y/o bienes intermedios y/o bienes de capital para el mercado mundial. Efectos de arrastre hacia atrás en el sector industrial. ISE primaria, horizontal o fácil: ISE centrada en la producción y exportación de bienes de consumo no duradero y tecnología sencilla para el mercado mundial –ropa, refrescos, muebles, calzado, materiales de construcción, etc. –. ISI secundaria: profundización del proceso de industrialización local mediante la extensión del proceso de sustitución de importaciones hacia bienes de consumo duradero –motores de vehículos–, bienes intermedios –baterías–, y bienes de equipo –maquinaria–.
[5] James M. Cypher and James L. Dietz. The Process of Economic Development 3rd Edition. Third edition published 2009 by Routledge 2 Park Square, Milton Park, Abingdon, Oxon OX14 4RN. Taylor & Francis e-Library, 2008.
[6] Es la situación económica que indica la simultaneidad del alza de precios, el aumento del desempleo y el estancamiento económico, entrando en una crisis o incluso recesión.
[7] El sistema Bretton Woods entraba en crisis terminal en, Estados Unidos, en los primeros meses de 1971, Henry Hazlitt y Paul Samuelson, recomendaron al gobierno de Richard Nixon que el dólar tendría que devaluarse fuertemente dado que sería necesario aumentar el número de dólares que se necesitarían para obtener una onza de oro del Tesoro de Estados Unidos. Pero Nixon no tomó en cuenta el consejo, porque siguió las indicaciones de Milton Friedman, quien le sugirió la idea de dejar flotar libremente al dólar y eliminar la convertibilidad del dólar en oro dado que la divisa internacional valía por el propio respaldo que ofrecía el gobierno de Estados Unidos, locomotora económica mundial. Así fue como en la mañana del domingo 15 de agosto de 1971, Richard Nixon declaró la inconvertibilidad del dólar en oro, y terminó de manera unilateral con el acuerdo de Bretón Woods.
[8] El aumento de los ingresos de los países de la OPEP y la limitada capacidad de absorción de estos países, genero altos niveles de liquidez, dinero que fue depositado en el sistema financiero internacional –banca internacional con sede en Nueva York, Londres, Tokio o Frankfurt– en divisas.
[9] Estos préstamos en forma de deuda soberna, prestamos con tipo de interés variable y desde acreedores privados con tasas indexadas fueron dados con una tasa de interés baja. En EE.UU. y Reino Unido se movieron a políticas monetarias restrictivas con aumentos de tasa de interés debido al enfriamiento y recesión que contagio a la economía mundial. Esto provoco una caída  de las importaciones desde los países en desarrollo, con una baja en el poder adquisitivo de estos, perdiendo atractivo para inversores internacionales.
[10] Los acreedores buscaron formas de pago, primero el Plan Baker (1985), que consistía en otorgar fondos adicionales en forma de deuda para los 17 mayores deudores en un plazo de 3 años. Se emitió  nueva deuda, sin condonación de deuda existente. Segundo el Plan Brady (1989),  que reconocía una “‘fatiga” de la deuda en países altamente endeudados y permitía una reducción voluntaria de la deuda que llevo un alivio parcial y moderado de la deuda mediante el  intercambio de activos de deuda por bonos Brady así como un aumento de la garantía del cobro a cambio de una condonación parcial.
[11] Iglesias, Enrique (1992), Reflexiones sobre el desarrollo económico. Hacia un nuevo consenso
latinoamericano, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington.
[12] “No statement about how to deal with the debt crisis in Latin America would be complete without a call for the debtors to fulfill their part of the proposed bargain by "setting their houses in order," "undertaking policy reforms," or "submitting to strong conditionality."
[13] Para él, Washington es un conjunto de actores (Congreso de EE.UU., altos funcionarios de la administración y los tecnócratas de Washington en las instituciones financieras internacionales, las agencias económicas del gobierno de EE.UU., la Reserva Federal, y los think tanks.)
[14] América Latina ingresó en el tercer milenio con más de 450 millones de habitantes. Más de un tercio de su población vive en la pobreza, con ingresos inferiores a los 2 dólares diarios. Casi 80 millones de personas padecen pobreza extrema, con ingresos inferiores a 1 dólar al día. Esto desigualdad retrasa la reducción de la pobreza y mina el proceso de crecimiento. De hecho, la décima parte más rica de la población recibe el 48% de los ingresos totales, mientras que la décima parte más pobre solo percibe el 1,6%. En los países industrializados la media que recibe la décima parte superior es del 29,1%, mientras que la décima parte inferior gana el 2,5%.
[15] José Antonio Ocampo, Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales. Se presentó como conferencia en la inauguración de la Cátedra de Raúl Prebisch en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2004.
[16] De mayor relevancia es que la región logró expandir considerablemente sus exportaciones y convertirse en un imán para la inversión extranjera directa (IED). Entre 1990 y 2003, e incluso teniendo en cuenta la fuerte desaceleración ocurrida durante los primeros años del nuevo siglo, el aumento anual promedio del volumen de exportaciones de mercancías alcanzó el 7,8%, la tasa de crecimiento más veloz en la historia de la región. Por otra parte, los flujos de inversión extranjera directa hacia América Latina avanzaron a una tasa sin precedente, y se quintuplicaron entre 1990-1994 y 1997-2001, auge al que sucedió, en cambio, una disminución marcada en 2002-2003.
[17] Además, en 1990-1997 las tasas de inversión permanecieron por debajo de los niveles logrados durante los años setenta y cayeron pronunciadamente a partir de la crisis asiática. A su vez, el índice ponderado de productividad total  de los factores de las 10 economías latinoamericanas de mayor tamaño se elevó apenas 0,2% por año en 1990-2002, y 1,1% en 1990-1997, en comparación con 2,1% en 1950-1980.
[18] El proceso preparatorio se basó en dos documentos centrales: (a) el presentado por el Secretario General de la ONU, en cuya elaboración participaron entidades de la Naciones Unidas (Departamento Económico y Social, UNCTAD, PNUD y CEPAL) junto al Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial del Comercio; y (b) el realizado por el panel de expertos que dirigió Ernesto Zedillo. Incluyó además cinco reuniones preparatorias regionales, entre ellas la de América Latina y el Caribe.
[19] De América Latina eran: José Antonio Ocampo, Andrés Velasco, Guillermo Calvo, Ricardo Hausmann y Ernesto Talvi. Junto a John Williamson, Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Daniel Rodrik, Alice Amsden, Olivier Blanchard, Louka Katseli, Martin Khor, Jeffrey Sachs, Guillermo de la Dehesa, Ramón Caminal, Daniel Cohen, Antón Costas, Jeffrey Frankel, Jordi Galí y Narcis Serra (organizador) sumaban hasta un total de veintiséis.
[20] El ADB aprecio tres tendencias positivas y otras tantas negativas: (a) Las tres tendencias positivas: (1) Los avances realizados en el respeto a los derechos humanos, el asentamiento de la democracia y el cumplimiento del imperio de la ley en muchas –aunque lamentablemente no todas– naciones en desarrollo. (2) La aceleración del crecimiento en los distintos países, incluidos India y China, que tiene el potencial de sacar a millones de personas de la pobreza. (3) Una mayor convicción sobre la importancia de la estabilidad macroeconómica, que por el momento ha conducido a una reducción espectacular de la inflación en una región históricamente sumida en la misma, como América Latina.
(b) Las tres tendencias negativas: (1) La recurrencia y severidad de las crisis financieras sistémicas que han afectado a países en desarrollo, incluso a aquellos que habían llevado a cabo políticas de ajuste y estabilización siguiendo las sugerencias de los organismos internacionales. (2) Los mediocres resultados de las reformas diseñadas para alcanzar un crecimiento económico sostenible en muchas regiones del mundo. (3) La persistencia, y a menudo empeoramiento, de una distribución de la riqueza y de la renta altamente desigual en muchos países en desarrollo. Como la experiencia ha demostrado, la situación de cómo se encuentran las instituciones suministra la única variable que predice fielmente el grado de desarrollo de un país. Dentro de estos parámetros, que definen el llamado “neoinstitucionalismo”.
[21] “…pensábamos que la política monetaria tenía un objetivo, la inflación, y un instrumento, la política de tasas de interés. Mientras que la inflación fuera estable, era probable que la brecha del producto fuera pequeña y estable y que la política monetaria hiciera su tarea. Pensábamos que la política fiscal cumplía un papel secundario, y que las restricciones políticas limitaban fuertemente su utilidad de facto. Y pensábamos que la regulación financiera estaba en general fuera del marco de la política macroeconómica.”.