miércoles, 22 de mayo de 2013

¿El Salvador Encadenado?


SAN JOSE- COSTA RICA.- a propósito de la entrevista a Carlos Acevedo, «El gobierno no cambio el modelo», me recordé de «Lock-in» o candado, es la expresión inglesa que describe la acción de una mayoría parlamentaria (temporal) que “encierra” un sistema de reglas,  haciendo imposible que otra mayoría (en otro tiempo) modifique las reglas aplicables. Debo agregar para que cuadre mi explicación el comando del poder Ejecutivo sobre los otros poderes del Estado que implica  la imposibilidad de justicia del poder judicial.

Encadenar al país y luego poner «Lock-in», explica  el DR-CAFTA, la Dolarización, las Privatizaciones, la conversión de LETES a deuda pública de largo plazo, el financiamiento de la deuda previsional, entre otras. Los argumentos a favor del status quo vigente plantean la «seguridad jurídica», el respeto a las «reglas del juego»,  « un clima de inversión positivo», etc.

La clave para desterrar ese pensamiento colonial es cuestionarse qué dice nuestro pacto social. La constitución política del país en lo relativo de los fines del Estado: (…) reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común (…). En consecuencia, es obligación del Estado asegurar a los habitantes dela República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.

En lo relativo del orden económico dice: (…) debe responder esencialmente a principios de justicia social, que tiendan a asegurar a todos los habitantes del país una existencia digna del ser humano.

«Se garantiza la libertad económica, en lo que no se oponga al interés social.»

«Se reconoce y garantiza el derecho a la propiedad privada en función social.»

«Corresponde al Estado prestar por sí o por medio de instituciones oficiales autónomas, los servicios de correos y telecomunicaciones»

«El poder de emisión de especies monetarias corresponde exclusivamente al Estado, el cual podrá ejercerlo directamente o por medio de un instituto emisor de carácter público. El régimen monetario, bancario y crediticio será regulado por la ley.»

«En toda concesión que otorgue el Estado para establecimiento de muelles, ferrocarriles, canales u otras obras materiales de servicio público, deberá estipularse, como condición esencial, que después de transcurrido cierto tiempo, no mayor de cincuenta años, tales obras pasarán por ministerio de ley, en perfectas condiciones de servicio, al dominio del Estado, sin indemnización alguna.»

«Estas concesiones deberán ser sometidas al conocimiento de la Asamblea Legislativa para su aprobación.»

Por veinte años se sustituyeron estos conceptos constitucionales por intereses económicos y políticos particulares o liberalismo práctico: “Sistema de Libre Empresa”, “Sistema de libertades”, “Libertades económicas e individuales”, en detrimento del interés público, social, comunitario rompiendo el balance social, lesionando su pacto constituyente.  El político Schafick se acercó a la verdad cuando en ocasión del día de la Constitución recriminó que está era un «cadáver insepulto acribillado a puñaladas».

Esta encadenado el país, como dice Joaquín de Estefanía, a: “intereses económicos liberales y valores políticos conservadores”.

Podemos afirmar que el mercado no perdona, no tiene corazón, no tiene memoria… por tanto vendrán tiempos  turbulento impuestos por un ajuste comandado por el mercado que fomentara más neoliberalismo/egoísmo.

Para evitar el pesimismo, la otra opción es pactar cambios sustanciales vía reformas democráticas consensuadas. (Las propuestas mínimas las desarrollare en otro publicación)

Leía la opinión de un abogado que planteaba que el camino de una constituyente (no considerada en la actual constitución) es pedir una reforma que posibilite el mecanismo (por ej. referéndum y plebiscitos) dicho proceso es que una asamblea lo aprueba por mayoría simple y la siguiente lo vote por mayoría calificada.

El tiempo, por los signos vistos, más temprano que tarde develara nuestro destino.