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domingo, 21 de noviembre de 2010

1.1.2.2.4.5. Hogares con acceso a diversos servicios básicos.

En general la cobertura de hogares con servicios de electricidad representa un 79 % del total de hogares entre 1991- 2003. Los servicios de agua por cañería cubren 68.8% de hogares. Los servicios de baño un 58.3% de los hogares. Los servicios sanitarios un 92.1% de los hogares.

En el caso de la recolección de desechos sólidos hay registros entre 1998-2003 que indican una cobertura del 52.3% de los hogares. Esta tendencia de los servicios tiene su contraparte en la carencia de electricidad de un 21%, de suministro de agua de 31.2%, de servicio de baño de 41.7%, de sanitario de 7.9% y de recolección de desechos sólidos de 47.7%[1].



[1] Ver cuadro 46 en anexos.

1.1.2.2.4.4. Relaciones entre poder adquisitivo y canasta básica alimentaría.

Antes de conocer el grado de cobertura y comparar los salarios mínimos con el costo de la CBA, debemos aclarar algunas cuestiones sobre la distribución del ingreso entre diversas escalas de ingresos y grupos de población[1]. Por ejemplo la población clasificada por deciles de ingresos( entre 1 y 9), comparada con el decil 10 nos muestra cuanto del ingreso promedio de los hogares ubicados en el decil 10 es mayor que los hogares ubicados en el resto de lo deciles(1-9). Para el caso, en 1988 los hogares con mayores ingresos (decil 10) eran superiores 15 veces a los de menores ingresos (decil 1), esta brecha tiene un aumento considerable en 10 años, para 1998, se incrementó la diferencia a 35 veces mas. Además para 1988, si sumamos los ingresos de 5 grupos (deciles de 1 al 5), juntos representan un 90% del único decil 10, y una década después solo representa un 42%. La brecha se ensancha[2].
Veamos ahora la relación CBA / salarios mínimos. El análisis inicia al preguntarse ¿cuanto es la diferencia que retengo luego de comprar la canasta básica alimentaría con mi salario mínimo? 
Entre 1978 -2003 la cobertura del salario respecto del costo de la canasta básica alimentaria ha sido negativa, pero es mayor la brecha rural que la urbana. Otra particularidad es que hay dos periodos que marcan la tendencia. Para el caso de la CBA y el salario mínimo urbano la cobertura entre 1978-1991 ha sido negativa exceptuando 1980 y 1981. Posterior a este periodo se dio una disminución de la brecha entre 1991-1995  llegando el salario mínimo nominal a cubrir la CBA quedando un sobrante de 263.67 colones (19%) en el 2003.
Veamos las relaciones el cuadro 45:




 Para el caso de la Tarifa Agropecuaria General (TAG) respecto de la CBA rural, se denota un marcado aumento de la brecha, donde el costo de la CBA rural es mayor que los salarios obtenidos. Entre 1978 -1997, es decir en 19 años el valor de la CBA rural siempre fue mayor que los salarios y esta diferencia significo que el costo de la CBA rural era mayor a los salarios en promedio más del 65%. Entre 1998-2003 esta diferencia fue de 31%, que indica una disminución.

Finalmente, al realizar la comparación de la canasta de mercado (CM) con los salarios urbanos y rurales para el periodo 1992-2003 muestra que la canasta de mercado es mayor que el salario mínimo, ya sea urbano o rural. Para el caso urbano en promedio el costo de la CM es mayor en un 29 % y para lo rural el costo es mayor un 54 %. La brecha en lo urbano se mantiene entre un banda de 245 - 400 colones, y para el caso rural la brecha se profundiza siendo una diferencia absoluta de 1,065 colones en el años 2003. Es de resaltar que esta brecha crece entre 1997-2003 para ambos casos[3].


[1] Ver cuadro 43 en anexos.
[2] Otras relaciones son el agrupar la población en quintiles y por nivel de ingreso. En este caso la distribución del ingreso muestra la crónica desigual distribución en El Salvador. Por ejemplo el quintil 1 de la población recibió solo un 3.3 % del ingreso total en 1991, alcanzo su máximo valor en 1997 con 3.7%, que ha disminuido, colocándose en un 2.7% en el año 2002. Los pobres del quintil 1 han reducido su participación en el ingreso entre 1991-2002 un 0.6%. En el caso del quintil 3 participo con un 12.1% en 1991 y alcanzo su máximo valor en 1995 con un 13%. El quintil 4 creció de 19.8% en 1991 a  20.8 en el 2002. El quintil 5 (mas rico) en 1991 acaparo un 57.55 % del ingreso y entre ese año y el 2003 redujo su participación en un 0.6%. Pero como es de resaltar, acapara mas del 54.7% de los ingresos totales. Ver cuadro 44 en anexos.
[3] Ver cuadro 45 en anexos.

1.1.2.2.4.3. Índice de pobreza por zona geográfica y grado de pobreza.

Según la ONU, regional CEPAL, la pobreza y sus grados son determinadas vía el nivel de ingreso y este a su vez esta determinado por el valor de la CBA. los ingresos por debajo de una CBA son pobres absolutos y entre un ingreso mayor a una CBA pero menor que dos veces una CBA es pobreza relativa y por ultimo ingresos mayores que dos CBA son no pobres.

En cifras nacionales los hogares en pobreza se han reducido un 23.6%, la pobreza extrema un 13.8% y la relativa un 9.7%. En cuanto a la pobreza urbana se ha reducido en un 23.8%, la pobreza extrema un 13.6% y la relativa un 10.2%. Para el área rural la pobreza disminuyó en 19.9%, la extrema pobreza un 11.5% y la relativa un 8.5%.

La disminución de la pobreza registrada, no tiene explicación en la teoría económica convencional[1]. ¿Que explica entonces, que la pobreza en general disminuya?  Y ¿por que disminuye en mayor proporción la pobreza urbana sobre la rural?

La mayoría de analistas coinciden que el flujo de remesas amortigua la pobreza, al aumentar los ingresos de los hogares, que son dedicados generalmente al consumo (alimentación, vestuario, vivienda y educación), marginalmente estos ingresos son fuentes de inversión en tierras y producción agrícola en el caso rural y comercio o servicios en el caso urbano. Se conoce que la  mayoría de beneficiarios están en el área rural, pero contrasta con la mayor proporción de las remesas que se reciben en el área urbana[2].


[1] La teoría del “rebalse” implica un crecimiento económico sostenido y la teoría del desarrollo implica inversión, educación técnica, reconversión industrial y tecnológica. Ninguna de las condiciones se cumplen en El Salvador.
[2] Ver cuadro 42 en anexos.

1.1.2.2.4.2. La capacidad real de adquisición de bienes y servicios:

Los salarios mínimos reales en promedios anuales base 1992 han caído, las tasas de variación son negativas, tanto las urbanas cono las rurales, con la salvedad que es mayor la brecha en el área rural. La perdida de la capacidad de compra limita la cobertura de la CBA, como queda señalado  entre el periodo 1978-1989, que el salario urbano se reduce 1,274.08 colones, para el caso rural 813.48 colones ambos en términos absolutos. Luego la pérdida es constante entre 1990 y 2003, en lo urbano de 50 colones y en lo rural de 89 colones. Ahora bien en términos relativos un colón de 1978 valía en 2003 solo 0.36 centavos en el área urbano; para el caso rural es mas profunda la diferencia ya que un colon de 1978 valía solo 0.29 centavos en el 2003.

En resumidas cuentas los salarios mínimos  urbanos como promedios anuales en términos reales han perdido capacidad de compra en un 63.6 % y en el caso rural un 71.5%[1].


[1] Ver graficas 30 y 31 en anexos.

1.1.2.2.4. LA CALIDAD DE VIDA

Este apartado es una aproximación a la conceptualización de calidad de vida que no se limita a estos indicadores, ni mucho menos se agota en lo que a variables explicativas se refiere.



1.1.1.1.1.1.Restricción presupuestaria y necesidades básicas[1].
Esta variable gira en torno a la interrogante ¿Qué cobertura para comprar la canasta básica alimentaria (CBA) se tiene con el salario obtenido?
La CBA rural muestra grandes aumentos constantes entre 1979-1996 ya que paso de ¢203.4 ha ¢934.48 colones, entre 1997-2003 el valor de está ha tendido a caer lo que es contradictorio con el precio de los bienes que componen la canasta[2]. De igual manera la CBA urbana ha presentado aumentos de ¢285 ha ¢1246.48 colones entre 1979-1998 quedando entre 1999-2003 en una tendencia a la baja, de ¢1,164.9 a ¢1,106.58 colones. Debemos recordar que la CBA es la base con la cual se mide el grado de pobreza.

Los salarios mínimos promedios anuales tanto los urbanos, (industria, comercio y servicios), como los rurales (tarifa agropecuaria general) pueden mostrar ciertas líneas de la política salarial adoptada de hecho; para los salarios urbanos, en el caótico periodo entre 1978-1984 hay un aumento significativo, no así para lo rural que luego de un leve aumento se estancan entre 1981-1985. Los aumentos del salario nominal son dados luego de periodos de años que permanecen congelados, en el caso de los urbanos los periodos de congelamiento salarial son menores que del rural entre 1989-1997. Para el periodo 1998-2003 esta política se endurece al punto que solo hay dos aumentos (2.86%  y 6.0%) para estar después congelada por 4 años[3].


[1] Promedios anuales de salarios mínimos  nominales y reales diferenciados por actividad económica y canasta básica alimentaria por zona geográfica.
[2] Por esta discrepancia lógica se recurre a dos explicaciones, uno que debido al empuje de las importaciones de bienes agrícolas ha descendido el precio de la CBA y otra que el instrumento de medición de los precios es obsoleto y debe ser modificado, esta segunda explicación también es complementado con los resultados observados en otras variables económicas como la producción agrícola y los precios agrícolas que discrepan con la baja del costo de la CBA,  con los precios registrados en el mercado de alimentos, la dolarización, así como también por los shock´s externos (alza precios del petróleo, terremotos,  y eventos climáticos) que impacta el coste de las mercancías, se toma con reserva los datos por estar subvalorados.
[3]Ver grafica 29 en anexos.

1.1.2.2.3.8. El sector financiero y el crédito a los sectores económicos.

Si tomamos los datos de PRISMA[1], en 1978 el destino de los créditos por sector económico estaba distribuido de la siguiente forma: Agropecuario 27%; manufactura 16%; construcción 13%; comercio 35%, servicios 2% y otros 10%. Se muestra como el peso de las ramas agropecuaria y de comercio eran equilibradas al incluirse la manufactura y la construcción,  la producción real era financiada.

En el periodo 1990-2003 la distribución del crédito por sector económico se ha modificado. Se aprecia como en 1991, un 21.4% del crédito para la rama agropecuaria cayó a un dramático 1.1% en 1997 que luego de unas reestructuraciones de prestamos, (consolidación de deudas) y del desastre del MICTH (1998) que aumento su participación (8.2%), pero en seguida el crédito disminuyo a menos de un 4%  en el 2003. De igual manera la industria manufacturera disminuyo de 28.4% a un 19.3% su participación en captación de créditos.
En el ultimo periodo de tiempo, al ponderar las ramas mas beneficiados por el destino del crédito se puede observar dos tendencias, el comercio como la rama que mas créditos capta (1997:43.8%), a pesar de su descenso hasta 29.5% en el 2003. La otra tendencia es el crecimiento sostenido del crédito a las ramas de servicios, siendo los créditos personales, de servicios y otras actividades los mas otorgados incluso que los de ramas vitales como la agricultura[2].


[1] Nelson Cuellar, Silvia de Larios y Herman Rosa. “Cambio Económico, Empleo y Pobreza Rural en El Salvador”. Documento de Trabajo PRISMA 2002. Pág. 10, Cuadro 5.
[2] Caso ejemplar es el año de 1997 donde la agricultura registro un 1.1%, lo de servicios 5.1%, prestamos personales 6.7% y otras actividades (8.1%), ver graficas 13,14 y 15 en anexo.

1.1.2.2.3.7. Las actividades económicas del Estado: las finanzas publicas

Una radiografía de los ingresos respecto del total entre 1978-1983, muestra que los ingresos corrientes son el principal componente, por sobre los de capital, ya que en promedio generaron un 70.7% de estos.

Veamos de ejemplo el cuadro 40:




 De los ingresos corrientes los tributarios tienen mayor peso (64.4%), le siguen los no tributarios (5.1%). De los ingresos tributarios, los impuestos directos en promedio representaban un 18%, siendo los indirectos de mayor peso (36.8%).

En cuanto a el peso de los impuestos directos, la renta proporcionaba mayor cuota (13.8 %) y un peso menor los impuesto de emergencia (4.1%); para los impuestos indirectos son los derechos de exportación (16.3%), al consumo (12%), a la importación (6.7%) los que configuran los ingresos del Estado. La estructura fiscal de ingresos se basada en el modelo agro exportador, donde los impuestos por comercio exterior sumaban el 23% de los ingresos del Estado.

El esqueleto de los ingresos en 1990 muestra ya cambios y recomposición. Los ingresos corriente (92.3%) son mayoría absoluta respecto de  los de capital (0.29%) y aparece un desglose que denota las donaciones recibidas (7.4%). De los ingresos corrientes destaca los ingresos tributarios con mayor peso (83.01 %) que los no tributarios (9.23%)[1].

Entre 1991-1993 se gesta la contrarreforma fiscal, una nueva estructura tributaria de carácter regresivo, donde el impuesto sobre la renta sufre modificaciones, luego se elimina los impuestos al patrimonio y  a las exportaciones, se disminuye y modifica los impuestos a las importaciones, se eliminan los impuestos por usos de servicios, los timbres fiscales y se crea el impuesto al valor agregado (IVA);de reciente data son los impuestos especiales como el FOVIAL y el aumento progresivo de las multas e impuestos especiales[2].

Los principales ingresos totales en promedio del Estado  en el periodo  1990-2003, era compuesto así: El IVA con la mayor fuente de ingresos (35.8%), seguido del impuesto a la renta (22.6%), las importaciones (11.6%), las donaciones (7.4%), los impuestos al consumo (5.5%) y las multas  y otros (5.2%)[3]. Los impuestos surgidos en la década de los noventa tienen un peso considerable, ya que si sumamos IVA, tasas y derechos, multas y otros registra un 42.4%, casi el doble de lo que representaban los impuestos al comercio exterior vistos anteriormente.


[1] Ver cuadro  41 en anexos.
[2]  Ver cuadro 60  en anexos
[3] Excluyendo los impuestos que han desaparecidos, hay algunas consideraciones particulares sobre el comportamiento de algunos impuestos como los aplicados al consumo que han disminuido (de 11.2% a 3.1%) sensiblemente. En el caso de las donaciones que pasaron de 19.6% a un modesto 3.4% es generalmente explicado por su carácter unilateral y temporal entre 1990-2003.

1.1.2.2.3.6. Producto Interior Bruto percápita (PIBpc)

El PIB per cápita de 1978 (¢1,0344.8) a precios constantes de 1990 en los últimos 25 años no ha sido superado. Entre 1978-1984 disminuyo en un 35%. Desde 1986 (¢ 6,803.7) hasta el 2003(¢9,141.2) ha crecido lentamente, sin sobresaltos exceptuando el periodo 1992-1996 donde la economía creció en tasas mayores de 5% de PIB[1].


[1] Ver grafica 28 en anexos.

1.1.2.2.3.5. La productividad general .

La producción creada por unidad de trabajo en la relación entre PIB total y la PEA total. Todas las productividades se expresen en unidades monetarias por activo.

Se muestra tendencias de ciclo ya que entre 1978-1983 la productividad cae de 33.6 Colones de Unidades de Producto por Persona(CUPP) a ¢22 que se ajusta en el periodo de 1984-1989 , es en el periodo 1990-1994 donde se incrementa de ¢21.7  a ¢ 25 que luego se mantendrá en la banda de los ¢23.7 - ¢25 para 1996-2003. Esta relación esta condicionada por las variables reales de la producción y el empleo de fuerza de trabajo.

1.1.1.1.1.1.1.  La productividad agropecuaria.
La aplicación de las 3 reformas, el PTT , la baja y diversificada inversión en actividades agrícolas de exportación, el aumento sostenido de la producción de granos básicos y el relativo aumento de volumen de las actividades pesqueras han son algunas de los factores que  explican el comportamiento de la productividad agropecuaria. Entre 1979-1983 hay un descenso significativo de ¢1,140 CUPP agrícolas a ¢ 886.2 que luego se estabiliza entre 1984-1989, y permite un aumento sostenido hasta 1995 registrando ¢1,245.9 CUPP agrícola, desde esa fecha hasta 2003 (¢1,493.7) la productividad presenta ciclos de depresión, recuperación y auge.
1.1.1.1.1.1.2.  La productividad industrial.
Desde 1978 (¢56,093.3 CUPP industrial) hasta 1986 (¢ 2,521.3) hay un descenso debido a la salida de empresas manufactureras y la perdida de mercado de los talleres semi industriales y artesanales. Entre 1987-1993 la productividad industrial se estabiliza en la banda ¢2,738-¢2,521.3 CUPP industrial. El descenso marcado entre 1992-1997 coincide con la época de expansión de las actividades manufactureras textiles en las zonas francas.



1.1.1.1.1.1.3.  La productividad de los servicios
Desde 1978 (¢4,475.5 CUPP de servicios) hasta 1982 (¢2,894.9 CUPP de servicios) hay un descenso vertical de la productividad, el descenso continua hasta 1990 (¢2,445.5) que sucede un quiebre y permitió un aumento a ¢3,168.8 en 1993 desde ahí hasta 2003 la productividad vuelve a descender ¢2,508.1. Así toda la década de lo ochenta  disminuyo la productividad por la expansión del sector servicios debido al aumento de empresas y  personas dedicadas a esa actividad. Que se prolonga en los noventa con la expansión de las actividades comerciales y  servicios, informales y la diversidad de servicios  financieros y comunales creados[1].


[1] Ver graficas 26 y 27 en anexos.

1.1.2.2.3.4. La Formación Bruta de Capital (FBK)

¿Cuanto es capaz de financiar el ahorro nacional bruto y el ahorro interno la formación bruta de capital?  Y ¿cuanto es capaz de cubrir las Transferencias Externas Netas (TEN)?

Entre 1970-1974  el ahorro nacional bruto representaba un 82.4% de la FBK, entre 1985-1990 fue menor la cobertura (62.22%) y para 2000-2003 llego a 81.4%. El ahorro nacional bruto toma en cuenta las transferencias externas netas (TEN). Si tomamos el ahorro interno (PIB menos consumo), entre 1975-1979 represento un 90.95% de la FBK, para 1985-1989 un 43.2%, para 1990-1994 un 17.5% y entre 2000-2003 apenas un 6.6%[1].
Las relaciones se presentan en el cuadro 39:

Veamos cuanto representa o cubre las TEN de la formación bruta de capital, entre 1975-1979 represento un 7% pero entre 1980-1984 saltó a un 41.5%, dando otro paso entre 1990-1994 al representar un 75.6% y para 200-2003 representa un 88.3%. Comparado con el ahorro externo   (FBK - ahorro nacional bruto), hay  un ciclo de cobertura en aumento entre 1980-1989 (paso de 18.0% a 37.8%) y disminución entre 1990-1999 (de 17.3 a 7.8%) estabilizándose a 18.6% entre 2000-2003.

Si comparamos estas variables con respecto del PIB, sabremos el peso que tienen. El ahorro  nacional Bruto entre 1980-1984 fue de 10.2% disminuyendo a  8.2%, entre     1985-1989 luego con el flujo de TEN aumenta a un 14.7% (1990-1994) y  15.45% entre 1995-1999, para luego bajar debido al mayor pago por factores del exterior (13.5%) 2000-2003.

Uno de los resultados importantes para demostrar la ruptura de la lógica del modelo agro exportador es el papel del ahorro interno.
Por ejemplo entre 1975-1979, esté representó un 18.9% que luego se fue erosionando a un 8% (1980-1984), 5.8% (1985-1989), 3.1% (1990-1994) con una leve recuperación para caer entre 200-2003 a un 1.1% del PIB. La inversión y la FBK ya no dependen principalmente del ahorro interno[2], los circuitos de valorización ya que no esta principalmente ligados a la producción agrícola.



[1] Ver cuadro 39 en anexos.
[2] En el caso de ahorro  externo, ha sido voluble, adaptándose a  la dinámica interna, por ello su ciclo pasa de 2.3% respecto de PIB a 5 %, bajando luego a 3.1%  y 1.3%.  La tendencia es al descenso desde 1985.

1.1.2.2.3.3. La Remuneración de los asalariados (RA), EL Excedente Bruto de Explotación (EBE) y los Impuestos Indirectos (IId) .

Para 1978,  el excedente bruto de explotación registraba el 58% del valor agregado, las remuneraciones tomaron un 36% y los impuestos indirectos un 6%. Para 1990 el excedente bruto de explotación era un 62%, es decir cuatro puntos menos para las remuneraciones (32 %) e igual cantidad para los impuestos indirectos.

Las contrarreformas económicas implementadas desde el Estado por gobiernos sucesivos (1989-2003) ha modificado la interrelación entre los tres factores mencionados. Por un lado la reforma tributaria ha impactado en los impuestos indirectos, la flexibilidad laboral afecto  las remuneraciones y las ganancias -en términos de política económicas- ha permitido aumentos en el excedente bruto de explotación[1].


[1]Ver  graficas 24 y 25 en anexos.

1.1.2.2.3.2. Producto Nacional Bruto ( PNB)

Veamos el comportamiento y las relaciones entre el consumo (C) y la formación bruta de capital (FBK).  El consumo, tanto de los hogares como de la administración publica es muy elevado cuya tendencia entre 1978-2003 es de aumentar hasta un punto critico, que es la superación del PIB o estar entre la banda de los 95-99%. El consumo lo realiza la mayoría de los hogares (en promedio un 87.5%) que la administraciones publicas (12.5%), a pesar que esta ultima tuvo dos tendencias; una decreciente entre 1990-1995  y  otra creciente entre 1996-2003.

La formación bruta de capital, que es importante para incrementar la composición orgánica de capital ha perdido peso, ya que registró 23.3% en 1978 y 10.8 % en 1985. Con la recuperación, su máximo valor en 1994 fue 19.8% luego ha caído entre la banda de los 17.5% - 16.3%[1].


[1] Si disminuye o se estanca el aumento o renovación de la maquinaria, los equipos de trabajo, transporte, y mobiliario de oficina, la ampliación, construcción y mejora d edificios e instalaciones así como de toda inversión que forme parte del capital fijo indica un retraso técnico y tecnológico, impactando en la formación bruta de capital.

1.1.2.2.3. LA PRODUCCIÓN Y RENTA

1.1.2.2.3.1.El Producto Interior Bruto. (PIB)



La tasa de variación del PIB muestra lo crucial del reajuste, por la variedad de ritmos que presenta tanto por la liquidación del modelo agroexportador como del surgimiento de un nuevo modelo entre 1978-2003.
Por ejemplo, entre 1978-1980 la tasa cae de 5.3% a 11.8%, que se recupera para ser positiva con 1.5% en 1983, que al año posterior se cae en descenso hasta 1986(0.2%), repuntando en 1987(2.5%), para caer nuevamente hasta 1989(1%). desde ahí las tasas superan el techo de 2.5% llegando en 1992 a registrar un crecimiento de 7.5%. Muy a pesar de las altas tasas de crecimiento registradas en el primer quinquenio de la década de los noventa, hay en el resto del periodo una tendencia a la baja, reportándose en 2003 una tasa de variación de 1.8%.
Esta situación es reflejada en la grafica 22:






 La estructura del PIB entre 1978-2003 muestran, en el caso del sector  agropecuario una disminución de 15.5% a 11.3% de igual manera el sector industrial pasa de 33 % a 29.1% y un aumento del sector de servicios que pasa de 51.5% a un 59.6%[1]. Pero este comportamiento general tiene dos tendencias, por un lado el sector  agrícola entre 1978-1992 crece llegando a tener  como valor máximo el 19%  que luego desciende (2.4%) y al final del periodo tiene una participación del 16.5%. Entre 1993-2003 la caída en la participación es de 3.7%, ya que para el 2003 el PIB del sector agropecuario se redujo a 11.3%.

Para el sector industrial, la tendencia de disminución se da en un periodo es mas corto, que abarca entre 1978-1985 pasando de 33% a  25.6%; luego entre 1986-1989 aumenta levemente para colocarse en un 27.4 %, desde ahí inicia un ajuste ante el empuje y crecimiento del sector textil dedicado a la maquila. Esto permitió que entre 1990-2003 se geste un moderado aumento del PIB industrial (29.1% en el 2003).

Con el caso del sector servicios, la tendencia muestra que entre 1978-1986 el PIB de servicios creció de un 51.5% hacia un 56.2% que luego pasaría por un periodo (1987-1992) de estabilización con pequeñas variaciones y finalmente entre 1993-2003 hay un despegue acelerado del PIB de servicios colocados en una banda entre 60.4-59.6 % del PIB[2].

La Estructura del PIB por ramas, en el caso del sector I, en el registro están unificadas todas las sub-ramas, pero es de hacer notar que la silvicultura y pesca ha tenido un aumento  muy significativo.
Para el caso del sector II, el peso promedio de la industria manufacturera (22.3%) seguido de la construcción (3.8%) y la producción de electricidad  y agua (0.8 %) determinan la participación del sector en el PIB (27.2%). En cuanto al sector III, la rama de comercio, los restaurantes y hoteles tienen un mayor peso (18.6%), para demostrar el peso de los servicios financieros y la rentas percibidas (6.3%), de manera arbitraria se toman las ramas interrelacionadas[3]. Estas ramas son seguidas por transporte almacenamiento y comunicación (7.5%), los servicios del gobierno (6.1%) y los Servicios Comunales, Sociales y Personales (5.9%).
Se puede entonces decir que el ajuste del modo de producción capitalista provoco esta recomposición en la generación de PIB por ramas de actividad económica, que liquidó el peso del sector agrícola, condiciono la industria a la manufactura de origen textil  y potencio el comercio y servicios.


[1] Se aclara que la agrupación de sectores es arbitraria. hay que recordar que la medición esta condicionada por el año base, lo que indica que esta comparación es valida para confirmar la transición de una lógica de acumulación basado en actividades agrícolas e industriales hacia una valorización del capital vía comercio, servicios y renta financiera.
[2] Ver cuadro 36 y graficas 21 y 22 en anexos.
[3] Agrupados así: Establecimientos Financieros y Seguros (2.7%), Bienes Inmuebles y Servicios Prestados a las Empresas (1.8%), Alquileres de Vivienda (7.5 %), y otros servicios (2.1%). Ver cuadro 37 en anexos.

1.1.2.2.2. ACTIVIDADES DE LA POBLACIÓN .

La dinámica del mercado de la fuerza de trabajo es de recomposición.
La PET[1] es coaccionada por la recomposición del modo de producción, que también han modificado la estructura de la PEA. La tasa bruta de participación (PEA/PT) ha aumentado en los últimos 10 años, pero la tasa global de participación (PEA/ PET) ha disminuido por lo que hay mas personas en edad de trabajo que se encuentran inactivas  confirmado por el aumento de la PEI y el descenso de la población menor de 10 años.
La estructura de la PEA se ha modificado con un leve aumento (de 90.7% a 93.1%) de los ocupados y una leve disminución (de 9.3% a 6.9%) de los desocupados entre 1994 – 2003 donde la tasa de ocupados presenta un lento crecimiento y la tasa de desocupados una inestabilidad[2].

La estructura de la PEA ocupados, por sector económico[3] muestra que el sector I disminuye de (34.8% a 18.23%); el sector II tiene un aumento (22.6% a 24.56%); el sector III esta marcadamente aumentando de 19.8% a 57.2%. La tendencia demuestra la preponderancia en la absorción de ocupados en actividades comerciales y de servicios.

Los ocupados por rama económicas predominan en la agricultura, silvicultura y caza; la industria manufacturera y el comercio, hoteles y restaurantes. La tendencia de su estructura es: la agricultura en descenso (de 34.8% a 17.1%); la manufactura en relativa estabilidad (de 17.3% a 16.8%) y aumento en el comercio (de 18% a 28.8%).

Las actividades económicas de los servicios también muestran un aumento del número de ocupados, en términos absolutos de 144,979; con una proporción del 19.8%, siendo la mayor proporción alcanzada un 21.8%, que ha descendido levemente al 19.5% en el año de 2003. Otros hechos importantes son el crecimiento de los ocupados en establecimientos financieros pasando en términos absolutos de 22,246  a 109,589 ocupados creciendo en proporción de 1.3% a 4.3%.

La estructura de los ocupados por grupo ocupacional[4], es explicada por los trabajadores no calificados (de 33.3% disminuye ha 32.1%), los artesanos y operarios (de 18% a 16.1%), los trabajadores del comercio y servicios (de 15.1% a 18.2%), los trabajadores agrícolas y pesqueros (de 12.2% a 7.5%) y por los operadores de maquinas (de 5.4% a 8.5%). Se denota una disminución de los trabajadores agrícolas, de artesanos y operarios, contrastado con un aumento de trabajadores de comercio y servicios y de operadores de maquinas.

En la estructura de los ocupados por Categoría Ocupacional[5], se denota un aumento de los asalariados permanentes (de 32.9% a 36.9%), una relativa estabilidad en los temporales (de 18.9% a 18%), una baja relativa de los familiares no remunerados (10.5% a 7.5%) y un aumento de  los por cuenta propia (25.1% a 28%), destacándose también una disminución de los patronos (de 7.1% a 4.3%).

Los ocupados por género en el período 1992-2003, sustenta la importancia de las mujeres ocupadas. En términos absolutos en las mujeres ocupadas aumentaron de 632,018  a 1.052,448; en términos de estructura aumentaron de 92.3% a 96%  mujeres ocupadas respecto de la PEA femenina confirmado por el descenso también del número y proporción de mujeres desocupadas de 7. 7 % a 3. 5%. En términos de la tasa de participación femenina, este incremento es mayor que el de los hombres, confirmado en mayor crecimiento de la tasa global de participación de las mujeres[6].

En la estructura de los ocupados por zona geográfica predominan los urbanos respecto de lo rural. La PEA urbana en 1992 representó 52.4% y en el año 2003 el 63.1%. También se registran el mayor número de ocupados en el área urbana y desocupados en el área rural en 1992. Cabe señalar que a pesar de crecer los ocupados urbanos, también crecen los desocupados urbanos[7]. La PEI urbana, ha aumentado un 10% en la estructura por zona geográfica y en contraste la rural ha perdido peso en esa misma proporción.
Los Ocupados por tramos ingresos en el año de 1992 estaba compuesto mayoritariamente por tramos menores de 999 colones con un acumulado de 51.9%(incluyendo los sin ningún ingreso era 76.58 %), para el 2003 hay una disminución a 26.4%(al incluir los sin ningún ingreso era 65.16%) y agrupado arbitrariamente los tramos menores de 1,499 colones representan un 65.16%[8]. Para 1992 los tramos de 2,500 a 2,999 colones representan  un 0.7% y de 3,000 colones y más, el 2.9% en suma eran menos de 4% de los ocupados por tramo de ingresos.
Figura 4








Para el año de 1998 los tramos de 5,000 hasta 5,999 representan el 1.5%, desde 6,000 hasta 6,999 de 0.9%; y de 7,000 y más representan un 0.2%, siendo para el año 2003 esas mismas categorías 1.9%, 0.9% y    2.5%. Hay claros antagonismos que representan los ocupados por tramos de ingreso; por un lado la gran mayoría con ingresos relativamente bajos y por el otro una relativa minoría con ingresos elevados.


[1] La población en edad de trabajar (PET): es el conjunto de la población de un país que es mayor de 10 años y se considera potencialmente un trabajador; esta compuesta por la población económicamente (PEA) activa e inactiva (PEI). La PEA esta compuesta por los ocupados y los desocupados. Los ocupados se subdividen en: ocupados plenos: aquellos que trabajan mas de 40 horas a la semana y su salario es igual o mayor que el salario mínimo; sub-empleados visibles: aquellos que trabajan menos de 40 horas a la semana y su salario es menor que el salario mínimo       y los sub- empleados invisibles: aquellos que trabajan mas de 40 horas a la semana y su salario es menor que el salario mínimo.
Los desocupados se dividen en: cesantes, aquellos que han trabajado anteriormente y que no poseen un trabajo  y busca trabajo por primera vez, aquellos desocupados que buscan por primera vez un empleo, sin conseguirlo.
La PEI esta compuesta por el grupo de personas que estando en edad de trabajar no trabajan ni buscan activamente empleo. Ej. son los estudiantes, amas de casas, jubilados, y otros. Ver  grafica 16 y cuadros 31 y 32 en anexos.
[2] Los ocupados por sector institucional (Serie desde 1992) demuestran un leve aumento de el sector público (de 8% a 10.1%) y su dinámica esta caracterizada por una alza, esto contrasta con un leve descenso del sector privado.
[3] Agrupados arbitrariamente así: sector I, incluye agricultura, ganadería, caza, silvicultura; y  pesca; sector II: incluye minas y canteras; industria manufacturera;  suministro de electricidad, gas y  agua; y construcción y el sector  III :comercio, hoteles y restaurantes; transporte, almacenaje y comunicaciones; intermediación financiera inmobiliaria; administración publica y defensa;  enseñanza; servicios comunales, sociales y de salud; hogares con servicio domestico; y otros.
[4] Ver  cuadro 33 en anexos; serie desde 1994.
[5] Ver cuadro 34 en anexos; Serie desde 1991.
[6] Ver  gráfica 17,18 en anexos.
[7] Ver  gráficas 19 y 20 en anexos.
[8]  Para 1998 en la EHPM cambio el tramo de remuneración; Ver cuadro 35 en anexos.