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lunes, 4 de abril de 2016

La Política Comercial en El Salvador (1990-2012). Un análisis neo-estructural.



La Política Comercial en El Salvador (1990-2012).  Un análisis neo-estructural.

Autor: W. Alirio Martínez
Palabras claves: El Salvador, Política comercial, Liberalización, Comercio exterior.

Resumen
Este trabajo analiza la política comercial de El Salvador entre los años 1990–2012. Se pasa revisión de los antecedentes económicos, el unilateralismo, los niveles de acción de la política bilateral, regional y multilateral. La liberalización económica, la apertura comercial unilateral, el acceso a mercados, la atracción de inversiones, facilitar el comercio y los negocios, garantizar retornos de la IED,  minimizar los costos de transacción, como visión, objetivos y metas en general de la política comercial en el periodo investigado.

Se evidencia una excesiva liberalización y desregulación de la economía en contraste con un pobre desarrollo institucional y la débil forma funcional de su organización. En su aspecto institucional destaca la poca relación con Universidades y la sociedad civil vinculada a la  agenda comercial.
El patrón comercial es desfavorable y la economía se encuentra en una trampa de bajo crecimiento a pesar de los esfuerzos sistemáticos del modelo exportador, dada una competitividad espuria. Se propone nuevos elementos para la renovación de la política comercial de acorde con una nueva visión de crecimiento y de desarrollo económico.


Introducción
Debido  la crisis financiera y económica mundial, a raíz del colapso del sistema financiero estadounidense en 2007, se quebró el paradigma vigente de la globalización.

La crisis llegó a la economía real vía la Demanda. En la Unión Europea (UE) afectó las finanzas de Estados tan diversos como España o Grecia; perturbando también  los flujos comerciales de la mayoría de países incluido el nuestro.

En El Salvador se mostraron efectos ambiguos: por un lado cayó la demanda del principal mercado (EE.UU.)  se ralentizo la entrada de remesas, cayeron las exportaciones e importaciones  pero también se dinamizaba el mercado regional con el Triángulo Norte (TN) y Centroamérica (CA) debido a ganancias de competitividad vía precios, dada la nueva política monetaria de EE.UU.
Esto se sumaba a la ola negociadora de acuerdos preferenciales del comercio entre las naciones, pasando del plano multilateral hacia acuerdos bilaterales y regionales como el acuerdo de libre comercio con Centroamérica y República Dominicana (CAFTA+DR por sus siglas en inglés) con EE.UU. o el Acuerdo de Asociación (AA) con la Unión Europea.

Con la bancarrota de los paradigmas económicos neoclásicos, base teórica de la economía política de las políticas económicas del gobierno entre 1989-2009, es necesario reflexionar sobre sus rasgos e implicaciones. Particularmente, la política comercial es un instrumento del gobierno y del Estado que influye de forma determinante en la actividad  y estructura económica del país.
Este artículo tiene como objeto analizar la política comercial de El Salvador entre los años 1990–2012, con el fin de proponer nuevos elementos para su renovación de acorde con una nueva visión de crecimiento y de desarrollo económico.

Los agentes económicos con incentivos e intereses diversos se benefician o perjudican de esta política en el marco de un proceso de apertura y la liberación económica, de ahí la importancia de su estudio.

El análisis de la política comercial en sus diversas formas y consecuencias permite la crítica creativa que identifique elementos para una nueva visión, estrategia y objetivos con el fin de sentar la discusión sobre los retos en materia de crecimiento y desarrollo de la economía salvadoreña en los próximos años.

El trabajo se estructura en cuatro apartados, el primero expone los antecedentes económicos del país y la base teórica de la política económica del periodo, es decir la economía política de la política comercial. A continuación se presenta los  rasgos más importantes de la política comercial unilateral, bilateral, regional y multilateral. El tercer apartado, se expone una valoración general de la política comercial. Finalmente, se expone una conclusión general, elementos y acciones para una nueva política comercial del país.

1.     Antecedentes
La Política Comercial (PC) es parte de las prerrogativas de un Estado, a través de un Gobierno, de ejercer el poder por medios institucionales, para cumplir sus objetivos de política económica, con el fin expresado en su Constitución Política. También la PC es un instrumento del Gobierno para cumplir su  programa de gobierno o su ideario económico.

La PC tradicional abarca temas como: aranceles, cuotas, subsidios y barreras no arancelarias. Los rasgos de una moderna política incluyen además negociaciones y acuerdos multilaterales, bilaterales o regionales relativos a temas como Agricultura, Mercancías, Servicios, Inversiones, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Salvaguardias, Obstáculos Técnicos al Comercio, Propiedad Intelectual, Administración de Tratados, Resolución de disputas, Defensa comercial, Facilitación de comercio entre otras.

Estos acuerdos están basados o parten del acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio (GATT (1947) por sus siglas en ingles) y en el acta final de la Ronda Uruguay que estableció la fundación de la Organización Mundial del Comercio OMC, concluida en Marruecos y denominado acuerdo de Marrakech en 1994.

En la década de los años ochenta, en el país se desencadena la guerra civil (1980-1992) que afecta el modelo económico de esa época. Con el fin de conflicto bélico, los acuerdos de paz (1992), el inicio de un proceso democrático y un cambio de gobierno con ideas económicas abiertamente neoclásicas  sentó  las bases de la nueva economía del país.

En El Salvador, desde 1989, se han dado reformas económicas inspiradas en el Consenso de Washington (CW) que incluye: Disciplina fiscal, reorientación del gasto público, reforma fiscal, liberalización de las tasas de interés, tipos de cambio unificados y competitivos, liberalización comercial, apertura a la inversión extranjera directa, privatización, desregulación y garantías de los derechos de propiedad (Rodrik, 2011).

La política económica, contenida en los Programas de Estabilización Económica (PEE) y los Programas de Ajuste Estructural (PAE)[1], se orientó hacia  la austeridad fiscal, la privatización y liberalización de los mercados (Stiglitz, 2002), véase también OMC–EPC (1996; 2003) o un resumen en Martínez (2006).

Se modificó la estructura del aparato productivo, la competitividad y el patrón comercial que ha influido en el ritmo de crecimiento económico del país. Se implantó un modelo de crecimiento basado en la diversificación de exportaciones, apertura y liberación con atracción de inversión extranjera.

En principio, la política comercial se ha basado en el acceso a mercados mediante acuerdos comerciales preferenciales (ACP), también se debe agregar los acuerdos unilaterales otorgados por EE.UU. como la iniciativa de la cuenca del Caribe (ICC, 1983), y la Unión Europea (UE) con el Sistema Generalizado de Preferencia (SGP, 1971).

2.     La política comercial de El Salvador
Se presenta a continuación una síntesis de la visión, estrategia, objetivos y algunas acciones de la política comercial unilateral, bilateral, regional y multilateral declarada por el país en el Examen de Política Comercial (EPC) que presentó ante la OMC para los años 1996, 2003 y 2010.
a.     Unilateral
A nivel Unilateral, entre 1989 y 1996, fecha del primer examen, el gobierno planteó una visión para el “alto crecimiento económico” basada en productividad y competitividad internacional, a través de la profundización de la apertura económica. Por ello, la política  comercial se fundamentó en programa de desgravación arancelaria, que tenía como propósito reducir los costos domésticos de producción (EPC–OMC, 1996).

Los PEE y PAE aplicados entre 1989–1994 impulsaron una reforma comercial  que redujo los aranceles de un rango de 5% – 290% a 5% – 20% y disminuyó los tramos arancelarios de 25 a 4. La mayoría de exenciones arancelarias, barreras no arancelarias y controles de precios fueron eliminados; se eliminaron todos los impuestos a la exportación, controles cambiarios y depósitos previos a la importación; se abolieron los monopolios estatales que manejaban el comercio exterior y empresas estatales que controlaban la comercialización de productos agrícolas (EPC–OMC, 1996).

Se complementó con medidas para facilitar el comercio y reducir los costos de transacción comerciales. Entre las medidas se destacan: la revisión de procedimientos y trámites administrativos relativos a las exportaciones e importaciones, «Ventanilla de Servicios Integrales» para facilitar la formalización de empresas,  Ventanilla Única de Exportaciones y recientemente el Centro de Tramites de Importaciones y Exportaciones (CIEX, 2011). En la atracción de IED se creó un marco jurídico e institucional amigable, como la Ley de propiedad intelectual y Registro de propiedad intelectual (1993); Ley de Inversiones (1999) y una «ventanilla única» en la Oficina Nacional de Inversión (ONI); Creación de PROESA (2000); Ley de Competencia y la Superintendencia de Competencia (2004).

En 2003 se postuló mayor apertura comercial, seguir cumpliendo compromisos adquiridos dentro de los tratados bilaterales, regionales o multilaterales. Asimismo, aprovechar el «libre comercio» que implicaba elevar la competitividad de todos los sectores del país mediante el fomento y diversificación de las inversiones y las exportaciones (EPC–OMC, 2003).

En 2010, la agenda de la Política Comercial se enfocó en la ampliación del acceso de productos y servicios a los mercados externos, a través del aprovechamiento de los tratados comerciales y de las oportunidades de mercado creadas por las negociaciones multilaterales en el marco de la Ronda de Doha, así como velar por los intereses comerciales del país y diversificar la producción exportable (EPC–OMC, 2010).

En la actualidad de forma tácita,  los principales objetivos de la PC son: la generación de empleo, la atracción de inversión extranjera, el fomento de encadenamientos productivos y el fortalecimiento de la competitividad. Promover un buen clima de negocios, mediante la creación de una economía más transparente con reglas claras del mercado, que genere confianza a los inversionistas. Otra de las metas será la reducción de los costos en las transacciones comerciales vía mejoras en los procesos administrativos relacionados con la facilitación aduanera y el establecimiento de procedimientos que permitan la facilitación y el control sobre la gestión y trámite de la actividad aduanera. (EPC–OMC, 2010).
b.     Bilateral
En el plano Bilateral, desde 1989 el  acceso a mercados junto a la promoción y protección de inversiones  han sido las principales orientaciones. El Salvador ha suscrito 24 Acuerdos Bilaterales de Inversión de los cuales 16 han entrado en vigencia[2]. Unos fueron absorbidos por acuerdos de tercera generación como el CAFTA+ DR con EE.UU o el AA con la UE, también  existen dos Acuerdos de Alcance Parcial con Venezuela (1986) y Cuba (2012).
c.      Regional
A nivel Regional, el país firmó el Tratado General de Integración Económica (TGIECA, 1960), siendo miembro del Mercado Común Centroamericano (MCCA) desde 1960, también firmó y ratificó el Protocolo de Tegucigalpa (PT, 1991) que da vida al Sistema de Integración Centroamericana (SICA), luego, firmó y ratificó el Protocolo de Guatemala (PG, 1993) que reformó el MCCA y creó la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA).

El objetivo de la Integración Económica Regional era la creación de un Mercado Común y la Unión Aduanera mediante la perfección de una Zona de Libre Comercio Centroamericana ZLC-CA y adopción de un Arancel Centroamericano Uniforme (TGIECA:1960), que luego fue «actualizado» con el PG dando un mandato para relanzar la ZLC–CA, la eliminación de Barreras Arancelarias y No Arancelarias, aplicación de Trato Nacional, medidas sanitarias y fitosanitarias (Reglamento Uniforme) y armonización de la normativa técnica(Obstáculos Técnicos al Comercio OTC), las normas comunes sobre comercio desleal (subsidios, subvenciones, dumping, etc.) y defensa comercial[3].

Además, se firmó en 2007, ratificado en 2008, el Convenio Marco para el Establecimiento de la Unión Aduanera Centroamericana UA-CA, modificado en 2009 por el país y Guatemala, para crear una organización institucional común, con competencias para dirigir y administrar las distintas etapas, actividades y procedimientos de ella (EPC–OMC, 2010).
d.     Multilateral
En el plano Multilateral, el país se incorpora al GATT (1991), asume los compromisos de la Ronda Uruguay (1995) e ingresa a la OMC (1995). En este contexto la política comercial salvadoreña asume la normativa comercial, teniendo como uno de sus principales fundamentos legales los principios multilaterales.

El país tiene interés en el Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido, participa en las negociaciones como la Ronda de Doha, en temas sobre la Agricultura, el acceso a los mercados para los productos no agrícolas (AMNA), Normas, Comercio de Servicios, Facilitación del Comercio, Propiedad Intelectual, entre otras. Además, país participa en el Grupo de las Economías Pequeñas, Vulnerables y el Grupo de los 33 (EPC–OMC, 2010).

Si asumimos que la agenda de la política comercial del país estaba rezagada con respecto a la ronda Uruguay y la normativa multilateral consolidada con la creación de la OMC, la firma y adhesión implica serios esfuerzos en modernizar los instrumentos, la legislación y la institucionalidad del país. Sin embargo, existen contradicciones institucionales, por ejemplo, la absorción o fusión en parte del Ministerio de Comercio Exterior por el Ministerio de Economía  (MINEC) en 1989 y otra parte por el Ministerio de Relaciones Exteriores[4].

Se han negociado ACP en diversas combinaciones para mantener o ampliar el acceso a mercados, ya sea en la forma  grupo de países–país, región–país, región–región.
Entre los primeros están los casos de TN  y Colombia (2007), Honduras–El Salvador con Taiwán (2007); en el caso de los segundo aplica para República Dominica y CA (1998), México y CA (2011), Panamá y CA (2002), Chile y CA (1999), República Dominicana – CA –EE.UU. (CAFTA–DR, 2004); y el último caso se encuentra la Unión Europea – CA (AA, 2012).

3.     Consideraciones generales
El Salvador tiene una condición periférica, su economía es pequeña, unilateralmente abierta al comercio internacional; vulnerable a choques externos de oferta y demanda exacerbados por la dolarización que coarta la política fiscal y merma la acción del Estado, limitando las opciones y estrategias soberanas de desarrollo. La emigración-remesas junto al crédito promueven el consumo que dinamiza la demanda, con poco ahorro y pobre inversión interna a pesar del crecimiento de importantes sectores económicos.

Las relaciones entre el patrón comercial desfavorable, la competitividad espuria y las obsoletas políticas económicas condicionan y explican el bajo y lento crecimiento económico, ceteris paribus, para someter la economía a una «trampa de bajo crecimiento».
La principal característica de la política comercial salvadoreña es su excesiva liberalización y desregulación económica con un Estado Inerte en temas que requieren instituciones fuertes, normas y legislación moderna, registro, análisis y seguimiento de los acuerdos firmados relativos al comercio exterior.

Existe un pobre desarrollo institucional respecto de los retos de la amplia agenda comercial y la débil forma funcional de su organización, explicada en parte por la visión neoclásica con la cual fue fundada. En su aspecto institucional destaca la poca relación institucional con Universidades y la sociedad civil vinculada a la  agenda comercial.

La liberalización económica, la apertura comercial unilateral, el acceso a mercados, la atracción de inversiones, facilitar el comercio y la creación de negocios, garantizar retornos de la IED y minimizar los costos de transacción, han sido la visión, objetivos y metas en general de la política comercial en el periodo investigado.

El país ha modernizado la agenda comercial al vincularla con la normativa multilateral  de la OMC, sin embargo, tiene cierto grado de contradicción con  los acuerdos comerciales bilaterales de acceso a mercados, inversión, propiedad intelectual y las decisiones unilaterales de apertura y liberalización del comercio exterior.

Existen temas pendientes relacionados a la modernización, transparencia, consenso en creación y uso de los instrumentos de política comercial relacionados a Salvaguardias, BNA, OTC, administración de tratados, resolución de disputas, defensa comercial, comercio de servicios, vinculación con la políticas sectoriales, principalmente, la industrial y los derechos de propiedad intelectual, además, de garantías a la inversión, legislación laborales, normas ambientales y derecho humanos.
Se encuentra pendiente el avance de la Integración Centroamericana y su armonización con la normativa y compromisos multilaterales y bilaterales, los cuales están en franca contradicción.

A pesar de los avances aún es incipiente la vinculación de la política comercial con  las políticas industriales, tecnológicas y de innovación.

La visión de la política comercial no está vinculada todavía con un modelo desarrollo desde los intereses de la República. Se necesita mayor balance democrático de los intereses de diversos sectores, empresarios, trabajadores, gobierno, entre otros para que prime el de la Nación en la gestión de dichas políticas.

4.     Propuestas al futuro
Las políticas económicas deben ir más allá de visiones ideológicas a ultranza, simples recetas o una condicionalidad por préstamos internacionales, que asumen el crecimiento basado únicamente en mercados libres per se. Por ejemplo, el CW, asume que se debe producir y exportar según las ventajas comparativas estáticas, privatizar empresas públicas, atraer Inversión Extranjera sin restricciones, crear un tipo de cambio competitivo, tener un comercio internacional abierto unilateralmente, entre otros.

En este sentido, ir «más allá del CW» no significa añadir nuevas capas de reformas para compensar las deficiencias del consenso original, sino superar el «fetichismo de las reformas» que se ha incrustado en el debate sobre el desarrollo (Ocampo, 2005: pág. 8).
Dentro de una interpretación  neo–estructuralista, Prebisch planteó que un proceso interno de industrialización debe ser capaz de crear un mecanismo endógeno de acumulación y generación de progreso técnico, mejoras de productividad similar al creado por la revolución industrial de los países centrales (Sunkel, 1991).

La estrategia de desarrollo debe ser «un esfuerzo creativo interno por configurar una estructura productiva que sea funcional a las carencias y potencialidades especificas nacionales» (Fajnzylber (1983), en  Sunkel, pág. 21). Se enfatiza la necesidad de una estrategia de desarrollo e industrialización desde dentro, portadora de un dinámico proceso de acumulación, innovación y aumentos de productividad. En resumen se debe buscar un «Desarrollo desde adentro», es decir un «núcleo endógeno de dinamización tecnológica» (Sunkel, 1991).
A continuación se presenta algunos elementos para la renovación de la política comercial y diez propuestas de política para el debate.

Una visión estratégica, objetivos y metas medibles, un marco jurídico coherente y estable, la fortaleza institucional, el personal idóneo y el soporte presupuestario son elementos claves en el éxito de una reforma de la Política Comercial que sea vinculable con las políticas Industrial y Tecnológica dentro de una estrategia de desarrollo de mediano y largo plazo.

En la lógica de Chang (2008), las políticas ICTAiE están interrelacionadas. Se entiende la política comercial en el sentido amplio, es decir en su relación con las políticas industriales, tecnológicas no solamente aranceles, subsidios y barreras no arancelarias. Agregando además su vínculo con el Aprendizaje, la Innovación y la Educación como eje Estratégico de un nuevo modelo económico.
La nueva política comercial tiene el reto de crear vínculos con la política industrial y la tecnológica. Además de crear una robusta institucionalidad asociada al Aprendizaje tecnológico, la Innovación y la educación como base de una nueva estrategia de desarrollo para el país.
Ciertos cambios institucionales en ese sentido son: la reforma del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), la creación del sistema, Consejo Nacional de Calidad y política nacional de la calidad (CNC, 2011); el Consejo Nacional de Energía (CNE, 2007); nuevos centros de investigación (CENICSH, CICES); Nuevo modelo educativo: «Educación Inclusiva»; creación del  Vice–ministerio de Ciencia y Tecnología; la creación de la Dirección Nacional de Medicamentos en lo relativo al control de calidad de medicamentos; la Ley de Desarrollo Científico y Tecnológico (2013) entre otros. En 2010, el gobierno presento la Estrategia Integral de Fomento a las Exportaciones y en 2011 la Política Industrial[5].
Algunas medidas de política para el debate son:
1)     Reforma del Ministerio de Economía con énfasis en Industrias Estratégicas asociadas a un «núcleo de desarrollo endógeno de dinamización tecnológica».
2)     Creación del Ministerio del Comercio Exterior.
3)     Reforma de la política comercial y formulación de dos vías, la primera un comercio administrado y la otra basada en administración estratégica de regulación e incentivos a empresas claves, por poder de mercado, tamaño o tecnología.
4)     Revisión de niveles arancelarios, PDA de los TLC, Arancel externo común, Arancel Pactado en la OMC para administrar su coherencia con la estrategia de desarrollo.
5)     Revisión de ventajas de localización por marco legal para incorporar estándar de desempeño y mecanismos de seguimiento, asocio con empresas locales, programa de inversión, actualización e innovación tecnológica.
6)     Utilización de mecanismos de Defensa Comercial (tanto para los países vinculados a TLC como los socios de hecho, por ejemplo China Continental), Salvaguardias, Clausula de Excepción.
7)     Creación de Zonas Económicas Especiales vinculadas a la Transformación Agroindustrial en zonas pobres o excluidas de la economía.
8)     Creación de Zonas Económicas Especiales vinculadas a la Ventajas en Infraestructura y Logística Estratégica para  la economía industrial principalmente.
9)     Impulso a Integración Económica regional en temas como Arancel CA común, Mercado Común CA, Unión Aduanera, clausula CA de Integración, Homologación de Normativa arancelaria, BNA, OTC, Salvaguardias, administración de tratados, resolución de disputas, defensa comercial, comercio de servicios, vinculación de la política industrial y los DPI.
10)  Acceso a un Trato Especial y diferenciado como país en desarrollo frente a terceros en la OMC.



Referencias bibliográfica
·       Amsden, Alice (1992). Corea un proceso exitoso de industrialización tardía. Ed. Norma Colombia.
·       Chang, Haa  Joo (2002). Retirar la escalera. Estrategia del desarrollo en perspectiva histórica. Ed. Catarata. España.
·       GOES (2010). Plan Quinquenal de Desarrollo 2010–2014. Gobierno de El Salvador.
·       GOES (2010a). Estrategia Integral de Fomento a las Exportaciones. MINEC. El Salvador
·       GOES (2011). Política Industrial 2011–2024. Secretaria Técnica de la Presidencia–MINEC–MAG –BCR y asociación de industriales de  El Salvador ASI.
·       Krugman, Paul (1988): «La nueva teoría del comercio internacional y los países en desarrollo». El Trimestre Económico, Volumen LV (1), issue 217, 1988. Pp. 41–66
·       Martínez, W. Alirio (2006). El Modo de Producción Capitalista en El Salvador 1978–2003. Inédito trabajo de graduación para optar a grado. Universidad de El Salvador 2006.
·       Ocampo, José Antonio (2005). Más allá del Consenso de Washington: una agenda de desarrollo para América Latina. CEPAL México, Serie Estudios y perspectivas.
·       OMC (1996; 2003; 2010). Examen de Política Comercial. El Salvador. Informe de Gobierno.
·       OMC (2003). Informe Mundial del Comercio 2003. «Comercio y Desarrollo».
·       Rodrik, Dani (2006). Goodbye Washington Consensus, Hello Washington Confusion? Journal of Economic Literature, Vol. XLIV (December 2006), pp. 973–987.
·       Stiglitz, Joseph (2002). El malestar en la globalización. Ed. Taurus. 5° reimpresión México.
·       Sunkel Oswaldo (1991). Desarrollo hacia adentro al desarrollo desde dentro. Revista Mexicana de Sociología, Vol. 53, No. 1 (Jan. – Mar., 1991), pp. 3–42.
·       Wade, Robert (1999). El mercado dirigido: la teoría económica y la función del gobierno en la industrialización del este de Asia. FCE. España 1999.
·       Williamson, John (1990). «What Washington Means by Policy Reform». Peterson Institute for International Economics. April 1990.



Licenciado en Economía por la Universidad de El Salvador, con postgrado en Finanzas, estudios en Encuestas Económicas, Cuentas Nacionales e Integración Regional posee una Maestría en Finanzas (UCA, El Salvador), además es Magíster  Scientiae en Política Económica con mención en Economía Internacional (UNA-CINPE, Costa Rica). Correo electrónico: w.alirio.martinez@gmail.com. 




[1] A nivel  internacional se suceden los choques petroleros (1973; 1979), la crisis de balanza de pagos principalmente por su déficit comercial remediado con préstamos externos que luego se convertirían en una creciente deuda externa para muchos países de Latinoamérica. La casi impagable deuda externa, los refinanciamientos, la corrupción y los intereses de los bancos transnacionales en muchos países de Latinoamérica es origen y motivo de la creación Consenso de Washington.
[2] Argentina (2001), Alemania (1999), Bélgica/ Luxemburgo (2002), Belice (2001), Canadá (1999), Chile (1997), Corea (2002), Costa Rica (2001 ), Ecuador (1996), España (1995), Estados Unidos (1999), Finlandia (2003), Francia (1992), Israel (2003), Marruecos (2002), Nicaragua (2000), Países Bajos (2001), Paraguay (1998), Perú (1996), Reino Unido (2000), República Checa (20021, Suiza (1996), Taiwán (1997), Uruguay (2003).
[3] Otro mandato incluye reimpulsar el Arancel Centroamericano de Importación y la creación de una política comercial común frente a terceros, la convergencia de la política de exportaciones. En el caso de la Unión Aduanera reitera la libertad de tránsito de las mercancías y el establecimiento de un Servicio Aduanero Común.  Apoyan la libre movilidad de la mano de obra y del capital con la creación de políticas para tal fin, la armonización de las políticas macroeconómicas y la integración de las políticas monetarias y financieras regionales. El PG también dotó de una nueva organización institucional (El Subsistema de Integración Económica Centroamericana SSIECA) que permita adoptar Actos Administrativos del Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) expresados en Resoluciones, Reglamentos, Acuerdos y Recomendaciones. Expuesto en Actos Administrativos de COMIECO(1993), Convenio sobre el Régimen Arancelario y Aduanero (1997), CAUCAII (1993), RECAUCA (2002), Convenio Marco UA_CA (2007), Cooperación Técnica en Tributos y Aduanas (2006), Compatibilidad de tributos internos al comercio de la UA_CA (2006), Tratado de Inversiones y Comercio de Servicios (2002) y su protocolo (2007), Mecanismo de Solución de Controversias Comerciales (2003;2006), Reglamento sobre Prácticas Desleales de Comercio (2007), Reglamento de Funcionamiento y Organización de COMIECO, Intersectorial Y Sectorial (2005), Reglamento de Normalización, Metrología y Autorización (1999), Reglamento sobre Medidas y Procedimientos Sanitarios y Fitosanitarios(1999;2002), Reglamento sobre Origen de Mercancías (2006), Reglamento sobre Medidas de Salvaguardia (2007) etc.
[4] Dentro del MINEC se creó la Dirección de Política Comercial (1994) que está encargada de formular, aplicar y revisar la política comercial, así como, de negociar acuerdos comerciales pero no hay ningún órgano independiente que asesore oficialmente al Gobierno sobre las políticas comerciales. En 1995 se creó el Viceministerio de Comercio e Industria,  que se unió al viceministerio de economía.  En 2001 se creó la Dirección de Administración de Tratados Comerciales (DATCO) pero difunde poco su trabajo o existe poca retroalimentación de su actuar con Universidades.
[5] La Política Industrial identificaba como ejes estratégicos: Incremento de la productividad; Disminución de costos de producción; Aprovechamiento de oportunidades del comercio internacional; Financiamiento; Creación de industrias en nuevas ramas industriales; Fomento a la PYMES industrial; Marco institucional y legal; Compromiso con  el cambio estructural e institucional para un nuevo modelo económico y social. GOES (2011).