domingo, 21 de noviembre de 2010

1.1.2.2.4.5. Hogares con acceso a diversos servicios básicos.

En general la cobertura de hogares con servicios de electricidad representa un 79 % del total de hogares entre 1991- 2003. Los servicios de agua por cañería cubren 68.8% de hogares. Los servicios de baño un 58.3% de los hogares. Los servicios sanitarios un 92.1% de los hogares.

En el caso de la recolección de desechos sólidos hay registros entre 1998-2003 que indican una cobertura del 52.3% de los hogares. Esta tendencia de los servicios tiene su contraparte en la carencia de electricidad de un 21%, de suministro de agua de 31.2%, de servicio de baño de 41.7%, de sanitario de 7.9% y de recolección de desechos sólidos de 47.7%[1].



[1] Ver cuadro 46 en anexos.

1.1.2.2.4.4. Relaciones entre poder adquisitivo y canasta básica alimentaría.

Antes de conocer el grado de cobertura y comparar los salarios mínimos con el costo de la CBA, debemos aclarar algunas cuestiones sobre la distribución del ingreso entre diversas escalas de ingresos y grupos de población[1]. Por ejemplo la población clasificada por deciles de ingresos( entre 1 y 9), comparada con el decil 10 nos muestra cuanto del ingreso promedio de los hogares ubicados en el decil 10 es mayor que los hogares ubicados en el resto de lo deciles(1-9). Para el caso, en 1988 los hogares con mayores ingresos (decil 10) eran superiores 15 veces a los de menores ingresos (decil 1), esta brecha tiene un aumento considerable en 10 años, para 1998, se incrementó la diferencia a 35 veces mas. Además para 1988, si sumamos los ingresos de 5 grupos (deciles de 1 al 5), juntos representan un 90% del único decil 10, y una década después solo representa un 42%. La brecha se ensancha[2].
Veamos ahora la relación CBA / salarios mínimos. El análisis inicia al preguntarse ¿cuanto es la diferencia que retengo luego de comprar la canasta básica alimentaría con mi salario mínimo? 
Entre 1978 -2003 la cobertura del salario respecto del costo de la canasta básica alimentaria ha sido negativa, pero es mayor la brecha rural que la urbana. Otra particularidad es que hay dos periodos que marcan la tendencia. Para el caso de la CBA y el salario mínimo urbano la cobertura entre 1978-1991 ha sido negativa exceptuando 1980 y 1981. Posterior a este periodo se dio una disminución de la brecha entre 1991-1995  llegando el salario mínimo nominal a cubrir la CBA quedando un sobrante de 263.67 colones (19%) en el 2003.
Veamos las relaciones el cuadro 45:




 Para el caso de la Tarifa Agropecuaria General (TAG) respecto de la CBA rural, se denota un marcado aumento de la brecha, donde el costo de la CBA rural es mayor que los salarios obtenidos. Entre 1978 -1997, es decir en 19 años el valor de la CBA rural siempre fue mayor que los salarios y esta diferencia significo que el costo de la CBA rural era mayor a los salarios en promedio más del 65%. Entre 1998-2003 esta diferencia fue de 31%, que indica una disminución.

Finalmente, al realizar la comparación de la canasta de mercado (CM) con los salarios urbanos y rurales para el periodo 1992-2003 muestra que la canasta de mercado es mayor que el salario mínimo, ya sea urbano o rural. Para el caso urbano en promedio el costo de la CM es mayor en un 29 % y para lo rural el costo es mayor un 54 %. La brecha en lo urbano se mantiene entre un banda de 245 - 400 colones, y para el caso rural la brecha se profundiza siendo una diferencia absoluta de 1,065 colones en el años 2003. Es de resaltar que esta brecha crece entre 1997-2003 para ambos casos[3].


[1] Ver cuadro 43 en anexos.
[2] Otras relaciones son el agrupar la población en quintiles y por nivel de ingreso. En este caso la distribución del ingreso muestra la crónica desigual distribución en El Salvador. Por ejemplo el quintil 1 de la población recibió solo un 3.3 % del ingreso total en 1991, alcanzo su máximo valor en 1997 con 3.7%, que ha disminuido, colocándose en un 2.7% en el año 2002. Los pobres del quintil 1 han reducido su participación en el ingreso entre 1991-2002 un 0.6%. En el caso del quintil 3 participo con un 12.1% en 1991 y alcanzo su máximo valor en 1995 con un 13%. El quintil 4 creció de 19.8% en 1991 a  20.8 en el 2002. El quintil 5 (mas rico) en 1991 acaparo un 57.55 % del ingreso y entre ese año y el 2003 redujo su participación en un 0.6%. Pero como es de resaltar, acapara mas del 54.7% de los ingresos totales. Ver cuadro 44 en anexos.
[3] Ver cuadro 45 en anexos.

1.1.2.2.4.3. Índice de pobreza por zona geográfica y grado de pobreza.

Según la ONU, regional CEPAL, la pobreza y sus grados son determinadas vía el nivel de ingreso y este a su vez esta determinado por el valor de la CBA. los ingresos por debajo de una CBA son pobres absolutos y entre un ingreso mayor a una CBA pero menor que dos veces una CBA es pobreza relativa y por ultimo ingresos mayores que dos CBA son no pobres.

En cifras nacionales los hogares en pobreza se han reducido un 23.6%, la pobreza extrema un 13.8% y la relativa un 9.7%. En cuanto a la pobreza urbana se ha reducido en un 23.8%, la pobreza extrema un 13.6% y la relativa un 10.2%. Para el área rural la pobreza disminuyó en 19.9%, la extrema pobreza un 11.5% y la relativa un 8.5%.

La disminución de la pobreza registrada, no tiene explicación en la teoría económica convencional[1]. ¿Que explica entonces, que la pobreza en general disminuya?  Y ¿por que disminuye en mayor proporción la pobreza urbana sobre la rural?

La mayoría de analistas coinciden que el flujo de remesas amortigua la pobreza, al aumentar los ingresos de los hogares, que son dedicados generalmente al consumo (alimentación, vestuario, vivienda y educación), marginalmente estos ingresos son fuentes de inversión en tierras y producción agrícola en el caso rural y comercio o servicios en el caso urbano. Se conoce que la  mayoría de beneficiarios están en el área rural, pero contrasta con la mayor proporción de las remesas que se reciben en el área urbana[2].


[1] La teoría del “rebalse” implica un crecimiento económico sostenido y la teoría del desarrollo implica inversión, educación técnica, reconversión industrial y tecnológica. Ninguna de las condiciones se cumplen en El Salvador.
[2] Ver cuadro 42 en anexos.