La Red de Investigadores del Banco Central de Reserva (REDIBACEN), organizó la conferencia denominada “Patrón Comercial, Competitividad y Crecimiento Económico de El Salvador: Un enfoque neoestructural del patrón comercial, industrial y tecnológico de la economía salvadoreña”, indicaron voceros de la Institución.
El autor de la investigación, licenciado William Martínez, Analista del Departamento de Cuentas Macroeconómicas del Banco Central mencionó que el objetivo de la investigación es analizar la relación entre el bajo ritmo del crecimiento económico, el patrón comercial exportador y la competitividad aparente de la economía de El Salvador en el período 1990-2012. Dicho análisis permitirá proponer opciones de política económica que promueva un nuevo patrón comercial y una competitividad auténtica que cambie la dinámica del crecimiento económico del país en el mediano y largo plazo, indicó la fuente.
La hipótesis de la investigación es que el lento y bajo nivel de crecimiento económico de El Salvador se debe a un patrón comercial concentrado, estancado y a una competitividad aparente, indicó el licenciado Martínez.
Para el desarrollo de la investigación, se analizaron 12 variables, entre las que se encuentra el Producto Interno Bruto (PIB), la posición y dinamismo comercial, capacidades tecnológicas, costos laborales, política comercial, entre otras. Esto con el fin de describir el crecimiento económico, caracterizar el patrón comercial y determinar la calidad de la competitividad, explicó el licenciado Martínez.
Los resultados del estudio muestran que El Salvador durante el período analizado posee un patrón comercial exportador estancado y concentrado en un reducido número de productos y socios comerciales, así como un patrón comercial importador concentrado y dinámico.
La investigación muestra que durante el período estudiado existe un grado de concentración y de tipo de comercio; una competitividad aparente basada en bajos costos laborales y una política comercial de apertura extrema, que condiciona la producción y otros indicadores económicos importantes. Al mismo tiempo, existe una débil capacidad de absorción del progreso técnico en el país. La política comercial no está articulada con una política industrial (tecnológica) de aprendizaje e innovación.
En conclusión, la investigación afirma que las relaciones entre el patrón comercial desfavorable, la competitividad aparente y las obsoletas políticas económicas condicionan y explican el bajo y lento crecimiento económico registrado en El Salvador en los últimas dos décadas, denominada “trampa de bajo crecimiento”.
Se hace especial énfasis en que es necesaria la equidad para mejorar la competitividad del país. Además, afirma que es prioritaria una nueva industrialización, la creación de una red endógena guiada por un núcleo industrial, que sea estimulada por el Estado y vinculada con núcleos agroindustriales y de servicios tecnológicos. También se concluye que es necesario el retorno del Estado en la planificación económica, que sea capaz de gobernar y aplicar los “acuerdos sociales para el desarrollo”.
La recomendación principal que se realiza en la investigación es una propuesta de política económica que implica la necesidad de una estrategia de desarrollo “desde adentro”, con amplios acuerdos sociales, guiada por un Estado desarrollista que cree una nueva industrialización, con una economía generando bienes de alto valor agregado e intensidad tecnológica, formando al humano con amplias capacidades técnicas, científicas e intelectuales con una equitativa retribución factorial, con ascenso y equidad social.