Se ha destacado que en la fase anterior (monopolista) existe una dimensión “exterior” (imperialismo) para afrontar las contradicciones a que se ve sometida la valorización y realización del capital basada en el mercado “interno-nacional”, entonces cuando la acumulación pasa a basarse, no en los distintos mercados internos “primitivos”, sino en la configuración de un nuevo mercado interno, y la valorización, realización y reinversión se van a definir por este nuevo ámbito cualitativamente distinto, inicia entonces una fase mundial del modo de producción que significa.
La formación de un “capital internacional” o mundial (cuyo sujeto es la empresa multinacional); la mundialización desigual de la relación salarial (la fuerza de trabajo se convierte una mercancía mundial); se da un nuevo salto del desarrollo de las fuerzas productivas que haga posible esta acumulación a escala universal: revolución tecnológica en las comunicaciones, en los sistemas de información y gestión, en el transporte, en los sistemas productivos para permitir la máxima presentación, etc.… y utilizando para ello el desarrollo científico, como nunca impulsado e involucrado en la producción.*
*Vidal Villa, JM y Javier Martinez Peinado. Op. Cit Pág. 99
Este proceso se desarrolla a partir de la articulación de los mercados internos y estos capitales que se reproducen mediante los primitivos mercados nacionales se deben supeditar al nuevo capital mundial. Se dimensiona entonces la evolución hacia un sistema mundial caracterizado por su Centro y su Periferia y la relación establecida entre ambos como la Estructura Económica Mundial.
Es un espacio de reflexión crítica de la realidad económica salvadoreña y centroamericana en el entorno regional y mundial. Es un sitio educativo que trata temas sobre Crecimiento, Desarrollo Económico, Integración y Globalización Económica, Mercados Internacional, Políticas Económicas y Políticas Públicas.
martes, 9 de noviembre de 2010
5.2. LA FASE MONOPOLISTA.
Se caracteriza por la formación de monopolios, a partir del proceso de concentración y centralización del capital derivado del proceso cíclico de la anterior fase. El capital monopolista involucra al Estado en la superación de las contradicciones de la realización y de la valorización, resultado de ello un gran desarrollo de las actividades improductivas (terciarización de la economía) y una dinámica imperialista. El capital financiero se constituye en la fracción hegemónica de la clase dominante, controlando los medios de producción y de realización mediante nuevas formas (sociedades anónimas). En el extremo opuesto, la clase obrera también se segmenta, surgiendo una aristocracia obrera que participa del reparto del excedente.
Desde el punto de vista de las fuerzas productivas, hay un nuevo salto cuantitativo (por la concentración, aumento de la dimensión y escala de la producción) y cualitativo (desarrollo científico y tecnológico, la organización y racionalización del proceso de trabajo) que refuerza el control capitalista del proceso de producción; todo ello configura una primacía de la producción de plusvalía relativa más que de absoluta (acumulación “intensiva”).
Desde el punto de vista de las fuerzas productivas, hay un nuevo salto cuantitativo (por la concentración, aumento de la dimensión y escala de la producción) y cualitativo (desarrollo científico y tecnológico, la organización y racionalización del proceso de trabajo) que refuerza el control capitalista del proceso de producción; todo ello configura una primacía de la producción de plusvalía relativa más que de absoluta (acumulación “intensiva”).
5. LA PERIODIZACIÓN ESTRUCTURAL DEL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA.
No se trata de fases “históricas”, sino de estadios en los que quedan definidos los elementos del modo producción de forma diferente, porque han tenido que transformarse para mantener el modo producción como tal; es decir, en la realidad podremos encontrar capitales que se reproduce en fases distintas, pero que la hegemonía vendrá marcada por el estadio superior, por el capital que ha alcanzado la última fase.
Además de lo que es considerado como la acumulación originaria del capital, las fases del modo de producción capitalista son tres:
5.1. LA FASE CONCURRENCIAL.
Se caracteriza por la libre movilidad de capitales, por la tendencia a la formación de una única tasa media de ganancia, que puede decrecer conforme crece la composición orgánica de capital global, resultado del interés individual; por el derivado desarrollo cíclico; por la extracción de plusvalía preponderantemente absoluta que relativa; y por la formación-extensión del mercado interno.
Desde el punto de vista de las fuerzas productivas, se realiza el primer salto de la manufactura al maquinismo, y la producción de mercancías se convierte en la actividad económica principal (industrialización). A nivel de clases sociales, es la fase en que más caracterizadamente encontramos la individualización: el empresario-capitalistas individual y el trabajador “absolutamente libre”.
Además de lo que es considerado como la acumulación originaria del capital, las fases del modo de producción capitalista son tres:
5.1. LA FASE CONCURRENCIAL.
Se caracteriza por la libre movilidad de capitales, por la tendencia a la formación de una única tasa media de ganancia, que puede decrecer conforme crece la composición orgánica de capital global, resultado del interés individual; por el derivado desarrollo cíclico; por la extracción de plusvalía preponderantemente absoluta que relativa; y por la formación-extensión del mercado interno.
Desde el punto de vista de las fuerzas productivas, se realiza el primer salto de la manufactura al maquinismo, y la producción de mercancías se convierte en la actividad económica principal (industrialización). A nivel de clases sociales, es la fase en que más caracterizadamente encontramos la individualización: el empresario-capitalistas individual y el trabajador “absolutamente libre”.
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