Los flujos monetarios tienen su punto de partida en las plantaciones que a su vez dependen de la realización externa de la producción para mantener la continuidad de los procesos de compra y venta.
Las plantaciones aparecen como el único sector que tienen su partida en el adelanto de dinero, en estas condiciones son los grupos ligados a la producción para la exportación los únicos que pueden tener control financiero. En el caso de El Salvador eran los propios plantadores los dueños de los tres bancos que operaban en el país.
“El banco Salvadoreño, el banco Occidental y banco Agrícola comercial, que pertenecía a los grandes plantadores y estaban autorizado por el gobierno a emitir moneda bajo condiciones especiales, a la vez que la moneda privada (conocida como dinero de finca) circulaba en algunas áreas. Estos tres bancos fijaban la paridad del tipo de cambio, actuaban como prestamistas menores del Estado y representaron la única fuente de crédito para los medianos y pequeño plantadores y los comerciantes”[1].
[1]Sorj, Bernardo y Leo Zamose “La reproducción del capitalismo periférico exportador: estructura y contradicciones” CSUCA Y FLACSO. San José Costa Rica 1979 Pág.32 y siguientes.