lunes, 15 de noviembre de 2010

2.3. LOS INTENTOS DE INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE EXPORTACIONES

La penetración y profundización del capitalismo en el agro salvadoreño modificó profundamente el campesinado en sus condiciones mismas de existencia, al incorporar las tierras subutilizadas en la llanura costera y en la superficie de la meseta, para producir en forma capitalista el algodón y la caña de azúcar que tenían demanda en el mercado mundial[1].

En ese momento todavía coexistían forma de producción capitalistas con otras no capitalistas, las primeras basadas en las plantaciones del café, y las segundas en el resto del territorio y en los cultivos (sobre todo de la ganadería extensiva y de los granos básicos).

Entre las formas no capitalistas existió el colonato[2], que  tenía características "feudales" y relaciones sociales, fortalecidas por el paternalismo y el compadrazgo. Otra forma era la "economía campesina", es decir campesinos que tienen la propiedad de una parcela que les permite atender todas sus necesidades familiares y que ni  trabajan  a sueldo ni contratan mano de obra asalariada normalmente, e incluso complementan su modo de vida con actividades artesanales que los convierten en casi auto subsistentes. 

Finalmente, existe otra forma no capitalista, es aquella donde los sujetos no tienen parcela propia, pero arrendaban para crear una especie de "economía campesina", es decir, arriendan parcelas medianas o pequeñas con las que puedan subsistir bastante autónomamente[3].

El pago por el arrendamiento de la tierra se hacia por dos formas: o por censo (en modo similar al colonato), o en pago monetario.

La penetración del capitalismo, va a disminuir esas formas de producción no capitalistas, pero sin llegar a eliminarla por las ventajas que le suponen. Esta dinámica obedece a dos acciones: por un lado, a la necesidad de tierra para la plantación capitalista, que irá ocupando las de mejor calidad, utilizadas  en esos otros modos de producción y, por otro lado, la articulación de toda la sociedad y de toda la economía al mercado capitalista.

El colonato casi desaparecerá, y desde luego se transforma en una nueva modalidad, al no darle parcela para cultivar, ya que toda la tierras es apta para los cultivos de exportación; lo reducirá al mínimo para conservar una mano de obra garantizada y fiel en las labores permanentes, pero sólo a cambio de la vivienda (ubicada en el casco de la hacienda o en los linderos), o a lo sumo le cederá parcela en tierras marginales de baja calidad agrícola.

La economía campesina tiende a ser eliminada al comprar o expropiar las tierras buenas para las plantaciones por parte de la burguesía agroexportadora; o ella  misma irá debilitándose o desapareciendo ante la escasez de tierras y la multiplicación de la descendencia, que se reparte la tierra familiar (con lo que ya no tiene la extensión suficiente para ese modo de producción), o expulsa a los miembros restantes para que se incorporen al trabajo asalariado o a otros sectores del economía. Además, el encarecimiento de la vida, la necesidad de recursos modernos adquiridos monetariamente y el empobrecimiento progresivo del suelo que requiere nueva tecnología e insumos, irán articulando este modo de producción al mercado.

Por último, el arrendamiento de la época anterior también va a desaparecer, ya que las tierras que así se cedían ahora se han vuelto productivas y son más rentables explotándolas en una forma capitalista, ya sea por el propio dueño, ya sea por arrendatario que pague una buena renta y la cultive técnicamente. A los campesinos pobres sólo se les arrendará las tierras marginales menos aptas para la plantación capitalista.
Todo este proceso conduce, a una depauperación[4] progresiva del campesinado, así como a una descampesinización[5] para crear el semiproletariado[6] (también en disminución) y el proletariado[7] (que es el requisito básico del modo de producción capitalista); pero el capitalismo es incapaz de crear los empleos y puestos de trabajo suficientes ni en el sector agrario ni en otros, por lo que se incrementa el desempleo y acrecienta un ejército laboral de reserva[8] que profundizará la explotación y deprimirá los salarios.
El capitalismo no implica que desaparezcan por completo los modos de producciones no capitalistas ni tampoco que amenacen retener la mano de obra requerida en las épocas de mayor demanda.
“Todas las otras categorías de campesino "no-proletarios" le hacen un alto servicio al capitalismo, pues, por un lado, mantienen al poblador rural en el campo, por otro lado reproducen durante la mayor parte del año su fuerza de trabajo, con lo que el capitalismo no tiene que preocuparse de ello y consigue una mayor explotación de la mano de obra estacional y, por último, obtiene un "plus beneficio" al cultivarse ciertos productos en zonas marginales y a costos más elevados que en tierras fértiles y tecnificadas”[9].

Agotadas éstas medidas, necesita penetrar de otra forma por lo que promueve reformas agrarias[10] que amplíe el mercado de capitales y de productos al campo a la vez que extrae cada una mayor plusvalía del sector y derive esa riqueza hacia otros sectores.

Se Profundiza el capitalismo en el agro y la consiguiente depauperación, descampesinización y proletarización de su población.


[1] Basado en el libro de Segundo Montes. “El Agro Salvadoreño (1973-1980)” Departamento de Sociología y Ciencias Políticas UCA. UCAeditores colección Estructuras y Procesos El Salvador 1986
[2] El colonato consiste en tener trabajadores a los que se les da vivienda (o se les permite construirla) dentro de la propiedad, y se les concede una parcela de tierra para que la cultiven; a cambio, tienen que entregar al dueño de la propiedad una parte de la producción (censo), o trabajar para la hacienda un número determinado de días sin cobro (a lo más se les da la comida), o trabajar por un salario menor al de los contratados de fuera.
[3] Cabe aclarar que no se puede dar una economía campesina pura, y aún los de esta categoría están en alguna forma articulados al mercado, vendiendo y comprando (o permutando) productos que el modo de vida  les "exige".
[4] Pauperización; se entiende como el deterioro de las condiciones de vida para cualquier individuo o grupo -en este caso para los campesinos- debido a ingresos menores o al alza en el costo los productos que consume. La depauperación: es una  especie de  despojo del que son víctimas los depauperados.
[5] Descampesinización: significa la desintegración del economía campesina, lo define Bartra así: "cualquiera de los dos caminos (vía Junker, vía Farmer, indicados por Lenin) lleva a la empresa agrícola capitalista, en un proceso de descampesinización y de sustitución del sistema de pago en trabajo (u otras formas precapitalistas) por el sistema de salarios.
[6] Semi-proletarios agrícolas: "trabajadores agrícolas que tienen tierra pero dependen cada vez más del trabajo asalariado que representa una parte mayoritaria de su ingreso"
[7] Son Proletarios agrícolas: "trabajadores que dependen íntegramente de un ingreso asalariado"
[8] Según Montes: "acerca de la relación entre las necesidades de mano de obra industrial y la destrucción de la economía campesina, se podría decir que la diferencia entre la población descampesinizada y la población efectivamente proletarizada constituye el ejército industrial de reserva. En un país dado, el ajuste entre el ritmo de descampesinización y el ritmo de proletarización dependerá del carácter del acumulación de capital pero también de la estructura interna o de la vitalidad del modo producción precapitalistas"
[9] Basado en el libro de Segundo Montes. “El Agro Salvadoreño (1973-1980)” Departamento de Sociología y Ciencias Políticas UCA. UCAeditores colección Estructuras y Procesos El Salvador 1986
[10] Transformación agraria: es el paso de una estructura agraria a otra. La Reforma Agraria: es un caso particular de una transformación agraria. Se diferencia de una transformación agraria en que el Estado interviene como un elemento estructural activo, con cuya aparición como agente activo amplía la finalidad de las relaciones sociales en el conjunto del sistema: creando un nuevo objeto intermedio para la apropiación del plustrabajo por medio del control de la tierra, el poder del Estado" 

2.2. LOS INTENTOS DE INDUSTRIALIZACIÓN POR SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES

En el momento de la crisis mundial del capitalismo en 1929, las clases sociales en El Salvador, presentaron un alto grado de polarización-según Dada[1]- identificadas así:
“i) La fracción beneficiadora y exportadora de café (a veces también gran productora y gran propietaria); ii) la fracción terrateniente, gran productora y gran propietaria. La primera fracción recibe sus beneficios de la ganancia del mercado mundial, de los intereses bancarios y de las llamadas "habilitaciones" al sector productor de café que no es beneficiador; la segunda depende en gran medida de la renta de la tierra. En el mundo rural coexisten el pequeño y mediano productor agrícola; el campesino pobre, en “economía de subsistencia”, que es una reserva de mano de obra para la gran producción comercial-es la mayoría-  y el proletariado agrícola. En el mundo urbano, poco desarrollado, los grupos sociales existentes eran: la burguesía comercial y de servicios ligará en algunos casos a intereses industriales (textil, bebidas, etc.); los artesanos y los propietarios de los pequeños talleres de manufactura sin maquinaria industrial; los operarios de esos mismos talleres; y un incipiente proletariado industrial y fabril, en la construcción, del transporte, de la electricidad”.
La economía cafetalera es creciente en los primeros 25 años del siglo XX, en estas condiciones aparece la crisis de la economía mundial. Los precios del café bajan debido a la sobre oferta brasileña que desequilibraba un mercado ya inestable[2], la contracción de las exportaciones provocó la reducción de la capacidad de importar; a su vez, todo el sistema económico y las finanzas del Estado que se movilizan prioritariamente por los ingresos provenientes de la exportación de café, y toda la economía entró en estancamiento y recesión.
La imposibilidad de realizar la ganancia del plusvalor incorporado al café debilitó a las clases dominantes y agravó los conflictos de clases, se gesta el levantamiento político insurreccional del 22 de enero de 1932[3].

La política económica del Estado ante la crisis, consistió en la protección de los ingresos del sector exportador, el impulso a la actividad sustitutiva de importaciones que pudiera realizarse en el comercio exterior, la defensa del empleo para evitar la agravación de los conflictos sociales, la creación del aparato institucional capaz de permitir al Estado su intervención en la economía, y la represión social para impedir la reacción de los sectores trabajadores frente al traslado de gran parte los efectos de la crisis.

El Estado asumió un nuevo papel al inicio de la post I guerra mundial y luego de la crisis nacional. La burguesía agroexportadora intentó "congelar" la evolución de la formación nacional salvadoreña.
En 1944, año que cae la dictadura de 13 años, y luego de la crisis del poder se redefine una dictadura militar  "modernizante" plasmada en un golpe de Estado, en diciembre de 1948. El nuevo gobierno establece una política "revolucionaria", que moderniza el edificio jurídico al poner las bases legales de un capitalismo "moderno", y toma las medidas de política económica tendiente a permitir la continuación del proceso de acumulación de capital. Las medidas tomadas, en resumen según Dada son:
a)   Liquidación de toda forma de cancelación de salarios en especies, lo que permitió completar la monetarización de la economía salvadoreña.
b)   Derogación de las leyes que restringen el proceso de acumulación de capital en todo un conjunto de actividades.
c)   Aumento al impuesto sobre las exportaciones de café, permitiendo un proceso de traslación del excedente del sector al exportador a otros sectores.
d)   Reforma de la ley de impuesto sobre la renta, que permite al Estado captar una mayor proporción de los beneficios.
e)   Construcción de carreteras, que a la vez que unifican el mercado interno habilitan tierra para nuevos cultivos, especialmente el algodón.
f)   Medidas de impulsó a la actividad  "productiva", sea a través del crédito, sea a través de las ventajas fiscales.
g)   Construcción de una presa capaz de satisfacer las demandas de energía eléctrica, cuyo precio es reducido en un 25%.
h)   Inicio de Tratados Bilaterales de Libre Comercio.
i)   Medidas de seguridad social y organización sindical urbana bajo el control del gobierno.
En pocas palabras, un Estado que toma a su cargo una mayor responsabilidad del proceso de acumulación interna de capital -que busca la posibilidad de un proceso de industrialización sin romper el status quo interno- es el resultado de una remozada alianza hegemónica ( militares-burguesía) que surge del desarrollo del comercio exterior de la postguerra.

Entonces la sustitución de importaciones no surge de una estrategia deliberada de industrialización, sino de la tentativa de superar las contradicciones producidas por la crisis: la burguesía trata de protegerse de los efectos sobre los beneficios ocasionados por la crisis del comercio exterior.

Los intentos de industrialización entre 1945-1952 permiten una expansión del valor agregado manufacturero, mientras que la rama de bienes de consumo aumenta, la de bienes de producción disminuye su participación acosada por la renovada posibilidad de importación.

El origen de este crecimiento es el incremento de la demanda originada por expansión de la agroexportación, con todas las actividades que dependen de ella. Una característica de este proceso de crecimiento del sector manufacturero es que se realiza con una acumulación de capital constante muy limitada y pobre, fundamentándose en una utilización cada vez mayor de fuerza de trabajo o capital variable[4].

El inicio del proteccionismo en El Salvador, se da  mientras se realizaba una expansión industrial interna; las posibilidades del aumento del capital fijo en el café se estancaban no así en el algodón, sin embargo los ingresos del sector agroexportador seguía creciendo creando una masa de beneficios no acumulados del sector mismo, que son utilizados en expansión del sector bancario-financiero, el ahorro interno se encausó en la construcción de residencias y oficinas e instalaciones, otra parte fue colocada en inversiones rentables en el exterior. El Estado también, captaba una parte creciente de esos beneficios.

Nuevas demandas se producen: la renovación y expansión urbana que realizaba la burguesía agroexportadora y la creciente actividad constructora del Estado necesitaba de un suministro garantizado de materiales de construcción; el aumento de demanda de los textiles abrió otra posibilidad de inversión. Pero también existían obstáculos a la valorización de capital: la existencia de una oferta de energía insuficiente, de alto costo y voltaje irregular que eleva los costos de producción, la competencia de productos importados más baratos, la insuficiencia de la estructura física, la estrechez de mercados.

La respuesta del Estado militar y la Burguesía se inicio con la generación de electricidad hidroeléctrica en 1953 y la inversión de dos fábricas de calzado; se potencia la acumulación en la industria química -reducidos a jabones, cosméticos y medicina de fácil fabricación-. Se comienza a producir materiales de construcción de asbesto-cemento y se inicia la producción de cemento en una fábrica.
Este proceso de industrialización y para el consumo interno es acompañado por una mecanización progresiva de los procesos de beneficiado del café y del algodón, así como de la producción de azúcar, mercancía que poco a poco va sustituyendo a la tradicional azúcar de panela. Por otro lado en 1955 comienza producirse café soluble destinado principalmente al mercado norteamericano.

La sustitución de la producción artesanal se realiza a causa de la inversión en la producción de bienes de consumo no duraderos (textiles, calzado y jabón principalmente). Es en el sector de las "industrias intermedias" donde el proceso de sustitución es más acentuado[5]

Si la sustitución de importaciones es leve, el papel de las exportaciones en el desarrollo industrial es creciente. Los bienes manufacturados exportados son ampliados, esto es permitido por los Tratados Bilaterales de Libre Comercio con Centroamérica  y a la exportación de café soluble a los Estados Unidos.

En resumen, son las relaciones capitalistas del modelo agroexportador el principal motor del proceso de acumulación que se da en el modo de producción de El Salvador. Ya que con la expansión del algodón y de la caña de azúcar surge un  sector agrario más moderno, que limita el latifundio, eleva la renta de la tierra, favorece la monetarización de la economía y  su vez, reduce la posibilidad de cultivos de subsistencia de los campesinos sin tierra.
El proceso de acumulación es posibilitado en parte por la existencia de una fuerza de trabajo abundante que puede ser sometida a un alto grado de explotación debido a las condiciones del mercado. Estas condiciones son agravadas por la utilización de la pequeña propiedad agrícola como medio de reducir el costo de reproducción de la fuerza de trabajo.

La estructura industrial que se crea  tiene un alto grado de debilidad.
La falta de correspondencia entre el sector de medios de producción y medios de consumo, los mercados estrechos y las dificultades tecnológicas, obligan a una producción de bienes ligeros, con exclusión de maquinaria y de equipo. Esa debilidad impide a la industria la "interiorización" de su dinámica ya que depende de la agroexportación, que a su vez depende del mercado internacional; luego queda supeditada de la canalización de alianzas con el capital extranjero y de la capacidad de invadir mercados de otros países.

No se crea en todo el proceso un sector de burguesía industrial autónomo, es la misma burguesía agroexportadora  la que invierte en los sectores más dinámicos. Después, será este último sector de la burguesía más los comerciantes importadores que encontrarán en la alianza con capital extranjero un medio de acumulación rentable.


[1] Basado en Dada Hirezi, Héctor.La Economía de El Salvador y la integración Centroamericana 1945 – 1960”. UCA.Editores, San Salvador 1987.principalmente capitulo I y II
[2] Según Dada  “si el quintal de café (46 kilogramos) valía 39. 39 colones en 1928 y baja en 1929 a 33.52, su precio se derrumba  cayendo a 18. 76 colones en 1930 y hasta 14. 92 en 1932. En cuatro años las exportaciones de El Salvador pasan de 48. 9 millones a 14. 0 millones, siendo en ambos casos constituidos en un 93% por el café exportado.”
[3] Cabe señalar el inicio de las dictaduras militares con Maximiliano Hernández Martínez,  que dio un golpe de Estado y se mantuvo en el poder desde el 4 de diciembre de 1931 hasta el 8 de mayo de 1944. Con la venia de la oligarquía dominante, y asegurando el apoyo de los Estados Unidos (aunque no de manera oficial) al ejecutar la mas grande masacre y genocidio contra el pueblo salvadoreño en la oscura fecha de enero de 1932. las fuentes citan: “Para finales de 1931, la represión era intensa y las masas organizadas, agobiadas por el hambre, estaban decididas a optar por la lucha armada. El 5 y 10 de enero de 1932 se convoca a elecciones municipales y legislativas, pero pocos creían que ellas fueran a solucionar el conflicto. …El partido comunista fundado en 1930 participo y varios de sus candidatos ganaron, pero no se reconoció su victoria y se aumento la represión. Se decidió el levantamiento para un 22 de enero de 1932, pero el gobierno conoció estos planes con mucha anticipación. Farabundo Martí y otros dirigentes fueron capturados y el proyecto se vino abajo. A pesar de todo, se dieron levantamientos en Santa Tecla, Colón, Izalco, Armenia, Nahuizalco, Juayúa Tacuba y Ahuchapán. La mayoría de los rebeldes eran indígenas y campesinos del occidente…Se tomaron varios pueblos, pero estaban mal armados y aislados de los compañeros de las ciudades. No obstante dirigidos por líderes locales, como Feliciano Ama y Francisco Sánchez lograron mantener el control de algunos lugares por tres días, pero cuando Martínez contraataco con el grueso del ejército, fueron despedazados.” Documentos políticos del FMLN. s. r.
[4] Que se refiere a una baja composición orgánica de capital o un  capital constante en menor proporción que capital variable
[5] Para clarificar aún más esta evolución de la sustitución de importaciones ver en anexo 08 donde tomamos el cuadro que presenta Dada sobre las estructura de la disponibilidad interna de manufacturas.

2.1.3. LA REPRODUCCIÓN AMPLIADA Y LA ACUMULACIÓN.


El saldo de la balanza comercial indicaba la parte la plusvalía convertida en ganancias o excedente económico que los grupos internos  controlaban después de realizar sus gastos de reposición de los productos importados, es decir que las relaciones monetarias entre la economía salvadoreña y el sistema capitalista se expresaban en la balanza comercial, que mantuvo un saldo favorable entre 1901-1931.[1]

Los plantadores  se apropiaban de la plusvalía de los trabajadores permanentes y temporarios, y los hacendados de los campesinos en las diversas formas de renta; esta plusvalía, plusproducto, ganancia, o excedente económico será distribuido entre los comerciantes y los productores de la mercancías producidas y el capital financiero, directamente o a través de la mediación del Estado.

La figura 2 muestra cómo la economía exportadora crea los centros de acumulación y la forma de canalizar parte de la plusvalía, ganancia o excedente económico hacia el extranjero.

Figura 2





















Los flujos 1 representan el plus producto, canalizado del sector no capitalista al capitalista. En forma inmediata son los comerciantes de las plantaciones que reciben parte del plus producto, generado en el sector no capitalista.
Los flujos 2 son fuerza de trabajo que se transformaron en plusvalía en la plantación. Se incluyen para mostrar la interdependencia del sector capitalista y no capitalista a nivel de los procesos productivos si bien el sentido estricto no se trata de flujos de plusproducto. Los flujos 3 representan las ganancias comerciales de los grandes comerciantes. Ésta ganancia es parte de la plusvalía, ganancia o excedente económico generada por los sectores productivos.
Los flujos 4 representan la parte de los ingresos de las diferentes partes de la población que son retenidas por el Estado, que utiliza estos recursos en obras que favorecen la expansión cafetalera y transforman el presupuesto público en un mecanismo de redistribución que favorece al grupo de los plantadores.
Los flujos 5 y 6 aparecen como las formas directas de transferencia de plusvalía, ganancia o excedente económico generados en la economía salvadoreña hacia el centro del sistema capitalista.

La estructura de la propiedad en las plantaciones de café en 1940 mostraba el alto nivel de concentración de la propiedad: 15% de los propietarios poseían 80% de las tierras cafetaleras, en tanto que 40% del resto de los agricultores poseían 2.4% de las tierras[2]
Las tierras adecuadas a las plantaciones se concentraban y una de las razones de este proceso son los niveles altos de capital necesario para iniciar operaciones.

La mayor parte de la producción para la exportación era realizada dentro del sector capitalista. La reproducción del sector productor de café significa una presión creciente sobre el sector de subsistencia y los pequeños productores que ocupaban tierras adecuadas para la plantación del café.

Implicaba igualmente una mayor demanda de trabajo permanente y temporario para satisfacer las exigencias de la expansión del área cultivada; a su vez este proceso generaba una mayor demanda de alimentos del sector capitalista lo que llevaba a una mayor producción para el mercado por parte de estos y por tanto aumentaban los flujos monetarios dentro del economía. La reproducción expresaba igualmente un aumento de la importancia de las actividades del Estado.


[1] La necesidad de respaldar con metal precioso la emisión de moneda generaba en los períodos de mayor circulación (época de cosecha de café) estrangulamientos en el proceso económico, y encareciendo la moneda determinada que la burguesía cafetalera dejase de realizar parte de las ganancias. La solución encontrada,  para mantener las ganancias, fue la reforma de 1919 que permitió los bancos emitir papel moneda con respaldo parcial, y permitir la circulación interna de dólares, avalada desde la creación de una tasa fija paritaria -2 colones por 1 dólar-.Ver cuadro 16 en anexos.
[2] Ver cuadro 17 en anexos.