domingo, 21 de noviembre de 2010

1.1.2.2.3.4. La Formación Bruta de Capital (FBK)

¿Cuanto es capaz de financiar el ahorro nacional bruto y el ahorro interno la formación bruta de capital?  Y ¿cuanto es capaz de cubrir las Transferencias Externas Netas (TEN)?

Entre 1970-1974  el ahorro nacional bruto representaba un 82.4% de la FBK, entre 1985-1990 fue menor la cobertura (62.22%) y para 2000-2003 llego a 81.4%. El ahorro nacional bruto toma en cuenta las transferencias externas netas (TEN). Si tomamos el ahorro interno (PIB menos consumo), entre 1975-1979 represento un 90.95% de la FBK, para 1985-1989 un 43.2%, para 1990-1994 un 17.5% y entre 2000-2003 apenas un 6.6%[1].
Las relaciones se presentan en el cuadro 39:

Veamos cuanto representa o cubre las TEN de la formación bruta de capital, entre 1975-1979 represento un 7% pero entre 1980-1984 saltó a un 41.5%, dando otro paso entre 1990-1994 al representar un 75.6% y para 200-2003 representa un 88.3%. Comparado con el ahorro externo   (FBK - ahorro nacional bruto), hay  un ciclo de cobertura en aumento entre 1980-1989 (paso de 18.0% a 37.8%) y disminución entre 1990-1999 (de 17.3 a 7.8%) estabilizándose a 18.6% entre 2000-2003.

Si comparamos estas variables con respecto del PIB, sabremos el peso que tienen. El ahorro  nacional Bruto entre 1980-1984 fue de 10.2% disminuyendo a  8.2%, entre     1985-1989 luego con el flujo de TEN aumenta a un 14.7% (1990-1994) y  15.45% entre 1995-1999, para luego bajar debido al mayor pago por factores del exterior (13.5%) 2000-2003.

Uno de los resultados importantes para demostrar la ruptura de la lógica del modelo agro exportador es el papel del ahorro interno.
Por ejemplo entre 1975-1979, esté representó un 18.9% que luego se fue erosionando a un 8% (1980-1984), 5.8% (1985-1989), 3.1% (1990-1994) con una leve recuperación para caer entre 200-2003 a un 1.1% del PIB. La inversión y la FBK ya no dependen principalmente del ahorro interno[2], los circuitos de valorización ya que no esta principalmente ligados a la producción agrícola.



[1] Ver cuadro 39 en anexos.
[2] En el caso de ahorro  externo, ha sido voluble, adaptándose a  la dinámica interna, por ello su ciclo pasa de 2.3% respecto de PIB a 5 %, bajando luego a 3.1%  y 1.3%.  La tendencia es al descenso desde 1985.

1.1.2.2.3.3. La Remuneración de los asalariados (RA), EL Excedente Bruto de Explotación (EBE) y los Impuestos Indirectos (IId) .

Para 1978,  el excedente bruto de explotación registraba el 58% del valor agregado, las remuneraciones tomaron un 36% y los impuestos indirectos un 6%. Para 1990 el excedente bruto de explotación era un 62%, es decir cuatro puntos menos para las remuneraciones (32 %) e igual cantidad para los impuestos indirectos.

Las contrarreformas económicas implementadas desde el Estado por gobiernos sucesivos (1989-2003) ha modificado la interrelación entre los tres factores mencionados. Por un lado la reforma tributaria ha impactado en los impuestos indirectos, la flexibilidad laboral afecto  las remuneraciones y las ganancias -en términos de política económicas- ha permitido aumentos en el excedente bruto de explotación[1].


[1]Ver  graficas 24 y 25 en anexos.

1.1.2.2.3.2. Producto Nacional Bruto ( PNB)

Veamos el comportamiento y las relaciones entre el consumo (C) y la formación bruta de capital (FBK).  El consumo, tanto de los hogares como de la administración publica es muy elevado cuya tendencia entre 1978-2003 es de aumentar hasta un punto critico, que es la superación del PIB o estar entre la banda de los 95-99%. El consumo lo realiza la mayoría de los hogares (en promedio un 87.5%) que la administraciones publicas (12.5%), a pesar que esta ultima tuvo dos tendencias; una decreciente entre 1990-1995  y  otra creciente entre 1996-2003.

La formación bruta de capital, que es importante para incrementar la composición orgánica de capital ha perdido peso, ya que registró 23.3% en 1978 y 10.8 % en 1985. Con la recuperación, su máximo valor en 1994 fue 19.8% luego ha caído entre la banda de los 17.5% - 16.3%[1].


[1] Si disminuye o se estanca el aumento o renovación de la maquinaria, los equipos de trabajo, transporte, y mobiliario de oficina, la ampliación, construcción y mejora d edificios e instalaciones así como de toda inversión que forme parte del capital fijo indica un retraso técnico y tecnológico, impactando en la formación bruta de capital.